José Luis López Sors ha exculpado al entonces ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos, de la decisión de «separar el barco de la costa», una «consigna» transmitida en la tarde del 13 de noviembre.
En ese momento, ha precisado López Sors, la información con la que contaba provenía, a través del capitán marítimo de A Coruña, Ángel del Real, del propio capitán del Prestige, Apostolos Mangouras, quien advirtió de que el barco tenía una escora pronunciada de 25-30 grados por lo que existía un «serio peligro de hundimiento», y reclamó de forma «angustiosa» el rescate de la tripulación.
Sin más constatación de la situación, ha explicado López Sors, su primer objetivo es «priorizar» el rescate de la tripulación y «anticipar» la respuesta de los equipos de salvamento para evitar que el «peor de los escenarios», que el barco petrolero embarrancase y provocase una marea negra.
«El mayor riesgo era que el buque embarrancase», ha recalcado el exdirector de la Marina Mercante.
En ese momento, ha relatado, ordenó que el Prestige fuese remolcado a 30 millas de la costa, alejado de la vía de tráfico marítimo, para que allí fuese recogido por la empresa salvadora, Smit Salvage, contratada por los armadores.
«Sí, cogerlo y llevarlo para fuera, esa era la consigna. Es una putada que las personas hayan abandonado el barco. El helicóptero no tiene por qué empezar a recoger las balsas», afirmó entonces López Sors en una grabación que consta en el sumario y que ha recordado esta mañana el abogado de Nunca Máis.
Esta decisión fue tomada por López Sors, quien ha evidenciado falta de conocimiento en materia de navegación, en ejercicio de sus competencias y transmitida a su superior inmediato, el subsecretario del ministerio de Fomento, Adolfo Menéndez, según el abogado.
«Informé de lo que estábamos haciendo y supongo que les pareció bien», ha recordado López Sors. «Yo no hablaba habitualmente con el ministro», ha añadido, aunque ha precisado que éste sí le llamó en varias ocasiones posteriormente durante la crisis.