Rubalcaba y Orozco respaldan su decisión de mantener el escaño
14 mar 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Un caso abierto en un juzgado de Vilagarcía en el 2010 por un presunto delito contra la hacienda pública desencadenó una sucesiva intervención de teléfonos que acabaría por poner en escena al empresario Jorge Dorribo y dar lugar al caso Campeón. Sus llamadas y el contenido de las mismas llevaron a intervenir el móvil del entonces vicepresidente del grupo transportista Azkar, José Antonio Orozco, que, según la UDEF, citaba con cierta frecuencia en sus conversaciones al entonces ministro de Fomento, José Blanco.
Esas citas y las que ambos amigos de una infancia compartida en Palas de Rei mantenían vía telefónica y a través de mensajes constituyen ahora la base en la que el fiscal Manuel Dolz fundamenta su petición de que el político gallego pierda su condición de aforado para ser juzgado. Sin embargo, solo una frase de Blanco es citada en el escrito del ministerio público. «Vale», «te recibe ese; bueno en mal momento vaya no hay ningún problema eh», «vale, vale, pues yo, yo hablo con ellos no te preocupes, eh», es la parte de un diálogo con la que el fiscal estima que el ministro de Fomento de entonces se retrata haciendo gestiones para mover la concesión de permisos para la nave que la empresa de Orozco pretendía abrir, como al final hizo, en Sant Boi.
Pero las conversaciones que para la Policía Judicial y la Fiscalía constituyen el cemento para juzgar a Blanco son para la defensa del socialista la prueba palmaria de una investigación irregular e incluso dirigida.
La defensa del político gallego incide en que la secretaria de la Sala de lo Penal del Supremo advirtió en diciembre que el instructor no había dado permiso ni para intervenir comunicaciones telefónicas, ni autorizando a la UDEF a acceder al contenido de conversaciones intervenidas en otras causas, como la de pieza central del caso Campeón que se sigue en Lugo.
La admisión de las impugnaciones a esas conversaciones que ha planteado la defensa dejaría coja las acusaciones del fiscal. El visto bueno a las mismas situaría, en cambio, a Blanco más cerca del banquillo y por tanto de su dimisión como diputado, como él mismo ha anunciado.
Que siga en el Congreso como diputado mientras no avanza la tramitación judicial fue defendido ayer por Rubalcaba con un tajante «sí», tras indicar que la continuidad de Blanco no evitará que siga pidiendo la dimisión de Rajoy «porque políticamente no puede seguir presidiendo el Gobierno». El presidente del PSdeG, Xosé López Orozco, recordó el caso del presidente de Castilla y León que dimitió y después fue absuelto, para justificar así que Blanco siga en su escaño.
En la decisión del político gallego evitó entrar en cambio el ministro Alberto Ruiz-Gallardón, quien sí defendió «la independencia del Ministerio Fiscal, como sucede en todos los casos», señaló.