El PP retoma la operación para achicar el Parlamento

Domingos Sampedro
domingos sampedro SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

El PP quiere reducir un 20 % el número de parlamentarios.
El PP quiere reducir un 20 % el número de parlamentarios. á. ballesteros< / span>

La oposición deberá decidir esta semana si accede a hablar de una reforma que en el 2012 minó el diálogo con la Xunta

12 may 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

El primer intento del PP de reformar la ley electoral para reducir en casi un 20 % el número de escaños del Parlamento, que pasarían de 75 a 61, acabó con la convocatoria anticipada de las autonómicas del 2012 y con la oposición declarando «rotos» todos los puentes de diálogo con el Gobierno. Pero el revés inicial no hizo arredrar a Feijoo, que justo en la semana que tiene que responder de nuevo por las fotos en las que aparece junto al narco Marcial Dorado, se dispone a negociar con la oposición la fórmula para achicarse a sí mismos.

Del año pasado a este cambió sustancialmente la coyuntura para discutir la reforma electoral en los términos en que la esbozó el PP. Con el esquema salido de las urnas en el 2009, el recorte de diputados beneficiaba claramente a los populares, pues perdían seis actas frente a las ocho que cedía la oposición, aunque con los resultados electorales del 2012, el PP saldría más perjudicado, pues cedería ocho escaños frente a los seis que perderían el PSdeG (-4), AGE (-1) y el BNG (-1).

El PP delegó en su portavoz parlamentario, Pedro Puy, la tarea de pulsar la opinión de las fuerzas de la oposición para comprobar si es posible negociar algún aspecto de la reforma electoral, que los populares están decididos a aprobar antes de que finalice el año 2013, el único de toda la legislatura en el que no habrá interferencias de procesos electorales, dado que las europeas serán en el 2014, y las municipales y generales, en el 2015.

La estrategia es muy similar a la que siguió Emilio Pérez Touriño con la propuesta de reforma del Estatuto de Autonomía, pues circunscribió la negociación al año 2006, también el único de la legislatura del bipartito en el que no hubo elecciones. No obstante, la diferencia más clara entre ambos procesos es que mientras el bipartito del PSdeG y el BNG necesitaba entonces del concierto del PP para aprobar la reforma, los de Feijoo tienen el camino despejado para aprobar la reforma electoral y el recorte del Parlamento, que no requiere de mayoría cualificada.

Está por ver, en cambio, si la oposición accederá esta vez a sentarse con el PP a negociar la reforma legal que en el 2012 despreció de forma contundente, calificándola de «golpe de Estado» dirigido a apuntalar la mayoría popular. De forma preventiva, cuando el PP retomó el asunto, PSdeG, AGE y BNG se lanzaron al unísono calificando la propuesta de «cortina de fume» para tapar el caso de las fotos de Marcial Dorado.

El PP insiste en desligar ambos asuntos, mientras no acaba de explicar la verdadera finalidad de su propuesta. Porque la económica, con un ahorro de poco más de un millón de euros al año en diputados, no parece tampoco la sustancial.

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