Accidente en Santiago: La policía busca el móvil y el iPad del maquinista en la locomotora

José Manuel Pan
José Manuel Pan REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

El juez autorizó una nueva inspección de los restos del convoy custodiado en Padrón

04 ago 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Las primeras imágenes tras el accidente ferroviario de Angrois muestran al maquinista Francisco José Garzón todavía aturdido y acompañado por un agente del Cuerpo Nacional de Policía. Está sangrando abundantemente por la cabeza mientras habla por un teléfono móvil que sujeta con su mano derecha. Pero ese terminal es el suyo personal. No es el mismo que utilizaba dentro de la cabina cuando mantenía la polémica conversación con el interventor mientras el tren circulaba a casi 200 kilómetros por hora a falta de 6 minutos para la curva de A Grandeira, donde descarriló a las 20.41 horas del 24 de julio, víspera del Día de Galicia. El móvil con el que hablaba con Antonio Martín Marugán sobre la entrada del convoy en la estación de Pontedeume es el de la empresa, el que Renfe entrega a maquinistas e interventores para sus comunicaciones internas, como la que Garzón y Marugán mantenían antes del accidente.

Y de ese móvil de empresa nada se sabe desde que buena parte del convoy se convirtió en un amasijo de hierros. Como tampoco se tiene noticia del paradero del iPad que utilizaba Garzón para obtener los datos de la ruta, que los trabajadores de Renfe pueden descargar desde una página de la empresa. La información del dispositivo electrónico es la misma que figura en el libro horario que todos los maquinistas deben llevar obligatoriamente en la cabina, pero el iPad les permite ampliar determinadas zonas y facilita la visión de detalles de la ruta.

La violencia del descarrilamiento lleva a pensar que cualquier objeto de la cabina del maquinista haya salido despedido y se haya perdido o incluso destrozado. Eso es lo que tratarán de confirmar los investigadores, que regresarán a la explanada de la empresa de A Escravitude, en Padrón, en la que están los vagones, que se encuentran a disposición judicial. Los agentes especializados examinarán el interior de la locomotora para ver si se encuentran allí los citados dispositivos, y harán una última inspección de los vagones que formaban el convoy para buscar cualquier prueba válida para la investigación. Ese análisis ha sido autorizado por el juez Luis Aláez, tal y como informaron fuentes del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia el pasado martes. El magistrado concedió permiso para que técnicos de la Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios, acompañados por agentes de la Policía Judicial, realicen mediciones de las ruedas de los vagones y realicen también un estudio detallado de las condiciones de la máquina del tren.

Al margen de que el móvil y el iPad aparezcan durante esa inspección, el juez ha pedido a las compañías telefónicas que dan servicio a los dos móviles del maquinista, el personal y el profesional, para que le envíen información detallada sobre las llamadas entrantes y salientes realizadas por Francisco José Garzón, así como los mensajes de todo tipo que se hayan realizado. El teléfono móvil personal de Garzón ya fue examinado en el propio juzgado de Santiago el pasado domingo, cuando el maquinista acudió a declarar como imputado. En esa inspección ocular no apareció ninguna llamada en los momentos previos al accidente, pero el juez ha pedido que expertos informáticos confirmen que no se ha borrado información de forma manual.