El nuevo tramo de la A-8 pone Oviedo a hora y cuarto de Galicia

José Francisco Alonso Quelle
josé alonso RIBADEO / LA VOZ

GALICIA

Un problema en un viaducto retrasa un mes las obras en Mondoñedo

17 dic 2013 . Actualizado a las 14:07 h.

Desde las seis de la tarde de ayer Galicia y Asturias están mucho más cerca. A esa hora se abría el tramo de autovía del Cantábrico (A-8) Otur-Villapedre, de 9,3 kilómetros de longitud, el último pendiente entre el centro de Asturias y Galicia. El avance es sustancial, en tiempo, comodidad y seguridad, pero además se estrecha mucho más la relación, porque Oviedo y sus áreas comerciales se sitúan a una hora y cuarto de Ribadeo, la frontera gallega.

También al aeropuerto de Asturias, en Castrillón, se llega ahora desde Ribadeo en unos 50 minutos, desplazándose exclusivamente por autovía y sin pagar peajes, mientras que el de Lavacolla (Santiago de Compostela), referente tradicional para la costa de Lugo, está a una hora y tres cuartos de Ribadeo. Además, si se opta por ir por autovía hay que pasar un peaje.

Para concluir la A-8 en Galicia solo restan dos tramos consecutivos en Mondoñedo, los más complejos y costosos de la transcantábrica, el Careira-Lindín, ya finalizado, y el Mondoñedo-Lindín. En el acto de ayer en Otur la ministra de Fomento, Ana Pastor, desveló que si bien estaba prevista su apertura este mismo mes, finalmente se retrasará hasta enero debido a un problema técnico surgido durante la colocación de un tablero en un viaducto. Con la puesta en servicio de estos dos tramos se podrá circular ininterrumpidamente por autovía desde A Coruña hasta cerca de la frontera con Cantabria, por la A-6 hasta Baamonde y después por la A-8.

Ayer desde Fomento se insistió en el carácter fundamental de esta autovía «para la vertebración de la cornisa cantábrica y su conexión con Europa central». Y Ana Pastor auguró que será el próximo año, con la apertura del tramo entre Unquera y Pendueles, en la frontera de Asturias y Cantabria, cuando «la comunicación quedará expedita con Galicia y con todo el Cantábrico».

«Es una infraestructura troncal, básica, y ahora lo que tenemos que hacer es aprovechar las posibilidades que genera», manifestó el presidente del Principado, el socialista Javier Fernández. Desde Ribadeo el alcalde, Fernando Suárez (BNG), opina que el concello y singularmente su comercio y sector turístico serán los grandes beneficiados.