Los plazos previstos para el levantamiento del secreto de la operación Pokémon posiblemente no se cumplirán. El informático que se encargaba del escaneado de la abundante documentación fue apartado de ese cometido por parte de la empresa privada a la que la Xunta tiene subcontratada la parte informática de los juzgados. Este trabajador, que tenía plena confianza del personal del juzgado, fue el que se ocupó en su momento del escaneado de la operación Carioca.
El trabajador dejó de realizar su cometido a mediados del pasado mes de diciembre. Para cubrir esta ausencia hay otra persona, en este caso una funcionaria informática que compaginó inicialmente la tarea de digitalización con otros cometidos. El escaneo quedó paralizado porque la trabajadora tenía concedidas vacaciones que todavía disfruta. En principio, el plazo para llevar a cabo una nueva prórroga o levantar parcialmente el secreto de la Pokémon vencía el sábado.
La empresa de la que dependía el informático apartado puso a otra persona en su lugar, sin embargo por tratarse de documentación secreta no ha recibido autorización para el manejo de la misma. La jueza encargada de la instrucción, señalaron diversas fuentes, trata de garantizar sigilo, el secreto profesional y por tanto la filtración de datos que no se produjo mientras el empleado apartado se ocupó tanto de la totalidad de la Carioca como de parte de la Pokémon de la que quedan decenas de tomos por digitalizar. De hecho fue él quien, de forma exclusiva (salvo después de su marcha), se ocupó de la tarea.
La operación de escaneado es larga por lo que supone el manejo de un amplio volumen de documentos, muchos de ellos con contenido por las dos caras y también con grapas que primero hay que quitar y volver a poner de nuevo.