José Manuel García Adán, después de pasar cuatro años en la cárcel como consecuencia de la operación Carioca, fue puesto en libertad, pero con una serie de medidas, como, por ejemplo, la obligación de no residir en Galicia y de comparecer diariamente ante las fuerzas del orden. Además, lleva una pulsera localizadora. El pasado jueves ese instrumento falló y provocó que se activase la correspondiente alarma en el centro de coordinación. Además , parecía que el imputado no había efectuado la comparecencia.
Ambas circunstancias motivaron que estuviese a punto de ser decretada una orden de búsqueda, captura y detención. Finalmente se comprobó que había realizado la comparecencia fuera de su lugar de residencia.