Tras la cancelación de actos en el 2013 por la tragedia de Angrois, la fiesta institucional del 25 de julio cumple hoy 35 años y convive con una agenda política muy fragmentada
25 jul 2014 . Actualizado a las 12:58 h.El Día Nacional de Galicia, el Día de Galicia, el Día da Patria y el Día da Patria Galega. Cada cual lo suyo, todo eso celebran hoy los gallegos en la jornada grande de su comunidad. No es una edición cualquiera esta del 2014. Porque se cumplen 35 años desde que la Xunta preautonómica de Antonio Rosón instauró oficialmente la fiesta por decreto. Y, sobre todo, porque este viernes, como ayer, vendrá marcado por el primer aniversario de la tragedia ferroviaria de Angrois, que en el 2013 se llevó todo por delante.
En sesión de mañana y tarde, Santiago se convierte hoy en un inmenso cine para 150.000 personas donde pasan películas institucionales, políticas y de entretenimiento, las propias del programa de las fiestas del Apóstol. En la cartelera convive la oferta local con la global. Se cruzan en el ambigú el compostelano de toda la vida a la caza de un buen pulpo, el que viene desde otro punto de Galicia y el turista atento a ambos.
En lo institucional, inusualmente, la agenda se reduce a una sola cita: la ofrenda en la catedral al patrón de España, Santiago. Por segunda vez desde su creación en 1984, la ceremonia anual de entrega de la Medalla de Ouro de Galicia no tendrá lugar en la tarde del 25 de julio. En el 2013 había sido cancelada por la catástrofe del Alvia y en el 2014 el Gobierno Feijoo, en una resolución sin precedentes, decidió adelantarla 24 horas, de modo que coincidiese con la fatal efeméride.
En lo político, todo lo contrario: más focos que nunca. El nacionalismo y el independentismo marcharán de nuevo desunidos, repartidos en media decena de convocatorias. Los socialistas, como habitualmente, llevarán su lucha a Rianxo, cuna de Castelao, para que allí, junto al busto del padre del galleguismo, el secretario xeral del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, lea un documento reivindicativo. Los populares, entretanto, ceñirán su presencia a la difusión de un manifiesto. Aunque el documento íntegro no trascenderá hasta que sea divulgado hoy, según fuentes del PPdeG, loará el ejemplo que Galicia ofreció al mundo en la reacción al siniestro de Angrois, evocará ese espíritu para encarar la recuperación económica y situará la crisis demográfica al frente de los retos del país.
División nacionalista
La agenda de las fuerzas nacionalistas estará marcada de nuevo por la división, pese a que sus discursos volverán a tener en las demandas de soberanismo y mayor autogobierno un mismo hilo conductor. Anova se instalará en la Praza 8 de Marzo, a la entrada de la rúa de San Pedro. Abrirá el acto con mensajes sociales sobre renta básica, desahucios, sostenibilidad, deuda pública y feminismo. Tras una breve lectura de pasajes de la obra de Castelao Sempre en Galiza, Beiras y Martiño Noriega se encargarán de los discursos.
El programa del BNG girará, como cada año desde hace 30, sobre la manifestación que arranca en la Alameda y concluye en la praza da Quintana, donde cerrará su portavoz nacional, Xavier Vence. El Bloque pondrá en primer plano la reivindicación independentista, con presencia de fuerzas de Europa y América. Como prólogo, su rama juvenil dedicó ayer una ofrenda floral a Castelao y Rosalía de Castro en el Panteón de Galegos Ilustres, donde hoy hará lo propio Compromiso por Galicia, con intervención de su líder, Xoán Bascuas. La Alameda también será escenario de la manifestación independentista de Nós-UP.