El rector de Santiago pide más porcentaje de fondos en el nuevo plan financiero

E. Á. Santiago / La Voz

GALICIA

06 sep 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

El actual plan de financiación finaliza en un año, por lo que ya deben negociarse los parámetros y las cantidades del nuevo marco económico de las universidades. Y por si acaso, los rectores ya van avisando. El de la Universidade de Santiago, Juan Viaño, que presidió ayer la apertura del curso universitario, ya hizo una puntualización. La USC tiene al 48 % del personal docente e investigador del sistema universitario, el 61 % de la producción científica y el 52 % del alumnado graduado, «isto é claramente superior ao 40 % recoñecido no plan de financiamento autonómico que remata o vindeiro ano».

Viaño, que por primera vez desde que fue elegido rector preside una apertura de curso, recordó que la economía es la primera preocupación de la Universidade de Santiago actualmente, no en vano acumula una deuda de más de cincuenta millones de euros y acabará el año con un déficit superior a los 14 millones. El catedrático de matemática aplicada anunció de hecho «medidas duras» para poder reducir tanto el déficit como la deuda acumulada.

2.105 millones en cinco años

El actual marco financiero de las universidades 2011-2015 se firmó a finales del 2010 y solo uno de los rectores sigue siendo el mismo, Salustiano Mato, de la Universidade de Vigo, quien además fue el menos crítico con el documento económico. Juan Casares era por aquel entonces el rector de la USC, y el más crítico fue el de A Coruña, José María Barja, una crítica que se mantiene en el actual, Xosé Luís Armesto.

El plan de financiación recoge una aportación para las universidades en cinco años de 2.105 millones de euros, de los que la estimación para el 2015 es de 450. No obstante, incorpora un porcentaje considerable de fondos ligado a objetivos, por los que deben competir las universidades.

La crisis económica ha afectado de modo más significativo a la institución compostelana por un motivo simple, su situación financiera ya era delicada antes. De hecho es la única de las tres universidades que no tiene las cuentas saneadas y ha tenido que prorrogar sus presupuestos desde el 2011 al no poder aprobar unas cuentas nuevas. De ahí que la negociación de los próximos meses se presuma dura entre Xunta y universidades.