Las mansiones de Dorribo, del lujo asiático a la ruina absoluta

Miguel Cabana
Miguel cabana LUGO / LA VOZ

GALICIA

Se incautaron para indemnizar a los perjudicados pero están desvalijadas

03 nov 2014 . Actualizado a las 12:13 h.

Quien las ha visto y quien las ve. Las lujosas mansiones de Jorge Dorribo en Lugo y Vilagarcía ya no valen ni la cuarta parte del precio que podían tener en el momento en que fue detenido el cabecilla de la Operación Campeón. Su chalé de verano en la parroquia de Carril, en Vilagarcía, era una auténtica mansión de lujo asiático, ubicada en un mirador natural sobre la ría, sin posibilidad de taparle las vistas por su ubicación privilegiada. El chalé, dentro de una parcela amplia y rodeada de muros, tenía una gran piscina exterior que parecía formar parte de la ría por el efecto visual. Todos los cristales eran blindados, las maderas interiores exóticas, un sistema de videovigilancia integral, puertas y ventanas de precio astronómicos, así como una piscina climatizada interior en la planta baja combinada con un spa y un gimnasio. El chalé tenía dos plantas, de más de 200 metros cuadrados cada una, adaptadas a la inclinación del terreno.

De aquel lujo asiático quedan las paredes de hormigón y el techo porque todo lo demás ha sido arrancado, hasta los cables de la luz de las paredes, las piezas de madera del suelo y las baldosas de la piscina. Y lo que no se llevaron fue destrozado por los vándalos, ya que quedó abierto y completamente desprotegido tras su incautación por el juzgado. Quedan algunos de los cristales blindados porque ni los vándalos fueron capaces de romperlos.

Un chalé que en su momento pudo valer más de dos millones de euros no encontraría hoy comprador que pague medio millón, porque la inversión para re construirlo es muy grande. Además, tiene una hipoteca bancaria muy superior a su valor, de tal manera que el único que podría tener posibilidades de cobrar algo sería el banco. Pero también lo va a tener difícil porque antes de que el juzgado lo detuviese, Dorribo había vendido el chalé a uno de sus empleados, quien tenía un sueldo de unos mil euros al mes. Aquella operación fue tipificada por la jueza de la Operación Campeón como un alzamiento de bienes, y le aplicó varios delitos más, ya que la venta también fue fraudulenta porque se ocultó la hipoteca que pesaba sobre el chalé. En definitiva, un galimatías legal sobre un bien totalmente destrozado que no pagaría ni una pequeña parte de la hipoteca que lo grava.

Por otra parte, la casa de Santa Mariña, en el municipio lucense de O Corgo, era la vivienda habitual de los Dorribo en invierno. Una mansión también de cientos de metros, dentro de una finca propia con robles centenarios, con capilla independiente construida por Dorribo, piscina interior y spa, entre otros lujos. Fue desvalijada en varias ocasiones tras la detención de Dorribo, y una de las veces el juzgado comprobó con sorpresa que el camión utilizado para llevar el material había pertenecido a la flota de Nupel. En la casa solo quedan las paredes, porque desaparecieron desde las puertas de la capilla hasta los baños, las lámparas o las piezas del spa. En todo caso, tampoco serviría esta mansión para sufragar ningún coste de la quiebra de Nupel, porque ya estaba rehipotecada, al igual que las naves de O Ceao donde tenía la sede Nupel, las cuales también tenían hipotecas sobre hipotecas.