«Ese hombre tiene una pistola»

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago A CORUÑA / LA VOZ

GALICIA

Así fue la identificación del testigo primordial de la Pikachu

14 nov 2014 . Actualizado a las 11:36 h.

La Policía Local de Ferrol ha presentado a la jueza Pilar de Lara, instructora de la operación Pokémon, un informe sobre la identificación de Antonio Pérez Cribeiro, técnico de la Casa de los Peces de A Coruña y testigo clave del caso Pikachu. El informe tiene fecha del día 9, diez días después de la intervención, y está firmado por seis agentes municipales. Según ese documento, esto es lo que ocurrió esa tarde.

A las 17.50 horas, una patrulla recibió un aviso por radio de que en el cruce de la carretera de Castilla y la calle Euzkadi había «una persona con un brazo y una pierna escayolados, circulando por el medio de la calzada y tratando de parar los vehículos».

Acudieron al lugar y vieron a un hombre que correspondía con la descripción hablando con una niña en la acera. Cuando iban a confirmar el aviso, el hombre «irrumpe de forma repentina en la calzada e interrumpe la circulación [...] deteniendo un vehículo de Autoescuela Caranza».

Cuando tras dos avisos accedió a volver a la acera le pidieron que se identificase y se negó en todo momento. Incluso les dijo: «No sabéis quién soy, se os va a caer el pelo». No colaboró ni facilitó ningún dato o documento que hiciese posible su identificación. Decía «frases incoherentes y sin sentido, y presentaba altibajos de su estado anímico».

Mientras, llegaron otros dos agentes y estacionaron al otro lado de la calle. Fueron avisados por dos testigos, que están identificados en el informe, de que «vuestros compañeros están muy tranquilos, pero ese hombre tiene una pistola con la que estuvo encañonando en actitud amenazante a varios conductores».

Al ver que el hombre tenía sus manos en el interior de un bolso, los agentes le advirtieron de que no sacase las manos y observaron que del bolsillo derecho del pantalón «sobresale la empuñadura de lo que puede ser un arma de fuego, aparentemente una pistola (de fogueo)», que le fue retirada. Llevaba dos mochilas en las que encontraron «un cuchillo de buceo y una navaja».

Le retiraron esos objetos y lo llevaron a la comisaría de la Policía Nacional «a únicos efectos de identificación». Se requirió un coche patrulla y, dado su estado de nerviosismo, se le colocaron «lazos de seguridad» en las muñecas para evitar que se autolesionase o causase lesiones a los intervinientes. En comisaría, más tranquilo, dijo a los agentes que «estaba a tratamiento debido a una enfermedad del sistema nervioso». Comenzó a quejarse de dolor en una pierna y lo llevaron al ambulatorio, pero allí dejó de quejarse y contó a una doctora lo ocurrido. Tras recibir el alta, ya sin lazos de seguridad, volvió a comisaría, donde facilitó un DNI que llevaba en un bolsillo de la mochila para ser identificado. Luego pudo irse, aunque sin las «armas incautadas», que han sido denunciadas por vía administrativa.

Otro testigo, la mujer que avisó al 092, declaró que Cribeiro se dirigió a ella cuando estaba en el coche y «amablemente» le dijo que era «policía» y trató de identificarse «enseñándole la pistola que portaba». Insistió en que no se sintió amenazada, finaliza el informe.