Beatriz Sestayo optó por no apoyar sus propuestas, pese a que fueron asumidas por PP, AGE y Bloque
14 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Cuando hay un Gobierno, como es el caso del gallego, que está sustentando por una mayoría parlamentaria sólida, como es la del PP, el margen que suele quedar para incorporar aportaciones de la oposición a sus proyectos legislativos es más bien escaso, por no decir mínimo, pero lo que en realidad es chocante es que una vez que se decide abrir la mano para aceptar enmiendas de un grupo de la oposición, ese mismo grupo acabe votando en contra de sí mismo.
Esto es lo que ayer ocurrió en el Parlamento con el grupo PSdeG y las enmiendas registradas y defendidas por la diputada Beatriz Sestayo al proyecto de Lei de Garantía de Calidade dos Servizos Públicos de Galicia.
El texto normativo pasó el último filtro en la comisión parlamentaria Institucional e de Administración Xeral, que aprobó el dictamen final solo con los votos favorables del PP, el voto en contra del PSdeG, AGE y BNG y la abstención del grupo Mixto. Con todo, la ley que quedó lista para ser ratificada por el pleno de la Cámara incorporó aportaciones de las fuerzas de la oposición a un total de 16 artículos.
Enmiendas aceptadas
Entre las enmiendas aceptadas por el PP figuraban varias de Alternativa Galega de Esquerda, así como del Bloque, entre ellas una dirigida a dejar claro que el gallego es la «lingua preferente» de uso en la Administración autonómica y en sus relaciones con los ciudadanos. De igual modo, el PP le dio luz verde a ocho enmiendas totales o parciales firmadas por los socialistas, y que fueron asumidas igualmente por Yolanda Díaz (AGE), Tereixa Paz (BNG) y Carmen Iglesias Sueiro (grupo Mixto).
Pero sin duda lo más extravagante fue cuando llegó el momento de pulsar el botón y la diputada ferrolana Beatriz Sestayo marcó distancias con su propio trabajo y se abstuvo en la votación de sus propias enmiendas, que paradójicamente fueron aceptadas por los demás grupos.
Entre las ocho enmiendas del PSdeG incorporadas a la Lei de Garantías de Calidade dos Servizos Públicos figuran, por ejemplo, una dirigida a impulsar el uso de técnicas «informáticas e telemáticas» en la relación de la Xunta con los ciudadanos u otra dirigida a precisar más los procesos de reclamación ante la Administración autonómica, de tal modo que se obliga a la Xunta a informar a los ciudadanos de los «medidas correctoras» que adoptó para subsanar un error o resolver una reclamación, a la vez que deberá recordarle al ciudadanos los derechos que le asisten.
La portavoz del PP en el debate, Paula Prado, lamentó la postura adoptada por Beatriz Sestayo en el debate y su rechazo frontal a cualquier entendimiento, por mínimo que fuera, pese a que, como dijo, «aceptámoslle oito emendas e fixemos 22 propostas de transacción, das que só aceptou tres e rexeitou moitas que despois foron aceptadas polo resto dos grupos da oposición».
Entre las medidas que incorpora el nuevo texto figuran un plan plurianual de inspección y evaluación de los servicios público y la obligada toma en consideración de la opinión de usuarios.