El presidente de la Xunta llama a la «prudencia» y recuerda que Baltar ni siquiera está imputado
12 nov 2015 . Actualizado a las 08:30 h.La bronca, los abucheos y un plantón escalonado de diputados marcaron ayer la sesión de control celebrada en el Parlamento, donde el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, fue emplazado por toda la oposición a dar explicaciones por el asunto que salpica a José Manuel Baltar, barón de los populares de la provincia de Ourense, al que una mujer acusó de ofrecerle un empleo a cambio de favores sexuales. El mandatario autonómico llamó a la «prudencia», al recordar que Baltar ni siquiera está imputado, pero también advirtió no le «temblará a man» a la hora de tomar una decisión si se produce algún tipo de actuación judicial.
Los grupos del PSdeG, AGE y Mixto se pusieron de acuerdo en interpelar a Feijoo sobre el caso Baltar, que definieron indistintamente como un asunto «deleznable», de «acoso sexual» o de violencia de género. Carmen Iglesias (Mixto) acusó a Feijoo de «criminalizar á suposta vítima» de Baltar, mientras Yolanda Díaz (AGE) lo emplazó a cesar al dirigente ourensano «se non pode na Deputación, alomenos no partido», matizó. Y el portavoz del PSdeG, José Luis Méndez Romeu, se preguntó dónde estaba la ética del PP para actuar contra quien concierta, dijo, entrevistas de trabajo en la suite de un hotel.
Feijoo inició su intervención cuestionando que la oposición eligiera como el «principal problema» de Galicia un asunto sobre el que Baltar no quiere dar explicaciones, bajo el pretexto que es una cuestión personal. El presidente gallego puso por delante otras preocupaciones más acuciantes, como el de los 220.000 gallegos que están en paro o, como representante del Estado en Galicia, el desafío de Cataluña. Estas alusiones fueron interpretadas desde la oposición como un intento de escapar de la cuestión sometida a debate, así que abandonó en tromba el hemiciclo en señal de protesta, con la excepción de algunos diputados del PSOE.
Con todo, Feijoo continuó con su intervención y se quejó de que la oposición emitiera ya un veredicto y señalara «culpable» sin haber escuchado al denunciado. Pidió «prudencia» en el caso, porque ni la Fiscalía ni la Justicia abrieron procedimiento alguno, y garantizó «firmeza», pues advirtió que ya demostró «que nin me temblou nin me temblará a man» para actuar en caso de que haya algún procedimiento judicial contra Baltar.
Tras la sesión de control, la oposición regresó al hemiciclo y Carmen Adán (BNG) se subió a la tribuna para decir que a la petición de dimisión de Baltar sumaría también la de Feijoo.