El PSOE da un cargo al diputado rebelde mientras este recurre su expulsión del grupo provincial

Enrique Gómez Souto
enrique g. souto LUGO / LA VOZ

GALICIA

Ed Carosía

El PP apoya al alcalde de Becerreá Manuel Martínez en el grupo de los no adscritos

08 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Si en el largo rosario de organismos que conforman el mapa de las instituciones públicas en España hay uno en el que el surrealismo político se impone casi a diario, ese es la Diputación de Lugo. Manuel Martínez, el diputado socialista díscolo (alcalde de Becerreá), apartado de su grupo bajo acusación de transfuguismo, es desde ayer vicepresidente de la Sociedad Urbanística Provincial de Lugo S.L. (Suplusa), es decir, de la sociedad del suelo de la Diputación. Y lo es a propuesta sorprendente del presidente de la Diputación, Darío Campos, con el apoyo del PP, y oposición del Bloque. Martínez avisa: «No quiero ser un cero a la izquierda en la Diputación (...) Yo paso a ser el fiel de la balanza; donde pueda estar y ser el fiel, lo seré».

La junta general de Suplusa se reunió a petición del PP, según indicó la portavoz provincial de este partido, la expresidenta Elena Candia. Para la constitución del consejo de administración se discutió si podía o no considerarse la existencia del grupo no adscrito; ante las dudas, Martínez aseguró que, si no se reconocía dicho grupo, presentaría el correspondiente recurso, al igual que durante largos años recurrió muchas decisiones del PP en la Diputación. Finalmente fue admitida por unanimidad la existencia del grupo de no adscritos. La representación quedó así: 4 del PP, 3 del PSOE (incluido el presidente), uno del BNG y uno de no adscritos (Martínez).

El alcalde de Becerreá reconoció que no está contento, que vive una situación muy difícil y que quiere ser miembro del grupo socialista y del PSOE. Dijo que no le sorprende que la propuesta para situarlo en la vicepresidencia de Suplusa partiese del presidente de la Diputación, que lo es, por normativa, de esta sociedad. «Es lógico que el presidente haga propuestas de consenso».

Los cargos en Suplusa no tienen asignación salarial; los diputados sin dedicación exclusiva, como Martínez, cobran dietas por asistencia (80 euros netos por reunión).

La socialista Pilar García dijo que es «un resultado muy satisfactorio», porque el PP «non conseguiu a maioría que buscaba». Dijo: «Nun exercicio de responsabilidade, co obxectivo de garantir a gobernabilidade de Suplusa e acadar acordos que permitan a continuidade da rede pública de centros para a terceira idade, Campos Conde propuxo que Martínez fose o vicepresidente deste órgano, pois este deputado nunca se opuxo a eles».

La popular Candia anunció que pedirá una reunión de este órgano y propondrán inversiones. Dijo que de nuevo se vivió una situación esperpéntica y vio al PSOE «moi dividido» y al BNG «sen moito rumbo». Los nacionalistas «entenden», según Xosé Ferreiro, que el presidente busque acuerdos dada la situación en la Diputación.

Un recurso de cinco folios para tratar de que quede sin efecto el expediente y su expulsión

Para Manuel Martínez, procede «deixar sen efecto e valor algún, tanto o acordo de iniciación do expediente como o acordo de expulsión temporal» del grupo provincial socialista. Lo dice el alcalde de Becerreá en el recurso que presentó contra la decisión del grupo del PSOE en la Diputación. En todo caso, entiende que le debe ser notificado nuevamente el acuerdo adoptado por los socialistas. Niega rotundamente que el suyo sea un caso de transfuguismo y cree que su partido se mete cada vez más en un «berenjenal del que van a tener difícil salida», según indicó en declaraciones efectuadas ayer.

Acuerdos plenarios

Matizaciones y correcciones. Dice Martínez que de su posición en los acuerdos plenarios alegados por su grupo para expulsarlo en ningún caso se puede inferir transfuguismo. En dos casos se votaban mociones del BNG, «partido ao que non pertence o alegante». En el primero de ellos, sobre regularización catastral, se ausentó y la votación la ganaron PSOE y BNG con el voto de calidad del presidente de la Diputación; en el segundo caso, para declarar la provincia libre de corridas de toros, votó, dijo, como lo había hecho en el mandato anterior sobre el mismo asunto; además duda de la competencia del organismo en este asunto. En otro de los acuerdos, sobre modificación del reglamento de la Diputación, asegura que votó «en conciencia» basado en la «lexítima e mesmo (...) tamén legal finalidade de adaptar o acordo relativo, neste caso, á determinación do cadro de persoal eventual ás regras de proporcionalidade (...) á vista do resultado electoral».

Sin consecuencias graves

Falta de base para la expulsión. Alega Manuel Martínez que «coas actuacións denunciadas, nin se ten mudado a maioría gobernante na Deputación que co voto do dicente é precisamente a do PSdeG e do BNG, nin se ten feito imposible ou dificultado en grado extremo o goberno da entidade provincial». Entiende que ni existe base para incoar el procedimiento de expulsión, «e moito menos cabe a posibilidade» de suspenderlo en todas las funciones y derechos que le corresponden como miembro del grupo provincial socialista. Recuerda que el PSOE tiene la presidencia de la Diputación gracias a que lo permitió al firmar la presentación de la moción de censura, para apear del gobierno al PP, y votó en el pleno.

Mal ambiente

Situación enquistada. El alcalde de Becerreá y diputado provincial declaró ayer cuando se le preguntó si hay un proceso de acercamiento entre él y sus, por ahora, excompañeros: «Yo me llevo acercando desde el 23 de junio; estuve siempre en acercamiento con el Partido Socialista. A mí me llamaron [ayer] a las 9.30 para hablar con el presidente y vine. Acercamiento o no, yo la situación la veo difícil: los temas están enquistados y en el propio grupo [socialista] no hay buen ambiente». Dijo que está en política «para defender posiciones ideológicos y derechos para los ciudadanos», no para hacer amigos.