«Nuestra sensación es que en Galicia el narcotráfico nunca ha dejado de existir»

José Manuel Pan
josé manuel pan REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

MARCOS MÍGUEZ

El general Alonso Miranda cree que los grandes traficantes son más difíciles de detectar «porque son más discretos»

03 jul 2016 . Actualizado a las 11:07 h.

1982. Es uno de los peores años de ETA. Un joven teniente de la Guardia Civil recién salido de la academia llega al País Vasco. Su primer destino, el GAR, el grupo antiterrorista creado para luchar contra la banda terrorista. Aquel teniente, Ángel Alonso Miranda (Verín, 1960), es hoy el general jefe de la Guardia Civil de Galicia, su primer cargo en su tierra natal. De familia militar, abuelo, padre y cinco hermanos en el Ejército y en la Guardia Civil, de aquel teniente del año 1982 queda «la ilusión de cada cambio de destino, que nunca la pierdes».

-¿Como afronta el cargo?

-Con ilusión, con confianza, creo que hay una buena labor realizada y que el barco va a buen ritmo. Eso te da la tranquilidad de que te incorporas a algo en marcha y que funciona bien.

-Viene a una comunidad con buenas cifras de seguridad.

-Las cifras indican un buen resultado, pero el ciudadano que ha sufrido algún tipo de delincuencia tiene una apreciación subjetiva diferente. En ese sentido tenemos que hacer un esfuerzo más. Nos exigimos reducir la sensación de inseguridad que pueda mantener alguna parte de la población, aumentando nuestra presencia. Se trata de mantener los niveles objetivos de seguridad y, en la medida de lo posible, intentar que el ciudadano perciba nuestra presencia, que ya está ahí.

-Usted procede de departamentos operativos. ¿Cómo influirá eso en su nuevo cargo?

-Eso puede ayudar e incentivar en el trabajo. La operatividad está en la esencia de los puestos y la patrulla es la esencia sobre la que gira todo el trabajo de la Guardia Civil. Mucha gente desconoce que el 90 % de los detenidos los hacen las patrullas, las unidades territoriales, las preventivas y uniformadas.

-Muchos cuarteles cierran por la tarde. ¿No es eso menos seguro?

-Entre tener un guardia en el cuartel o que haya una patrulla permanente cada cuatro o cinco puestos, optamos por esto último. No hay desatención. Al contrario, se ha optado por eso para mantener vigilancia permanente.

-¿Qué objetivos prioritarios tiene la Guardia Civil en Galicia?

-Tenemos ya encima la campaña de lucha contra los incendios forestales, donde la Guardia Civil tiene un protagonismo especial y en la que participa toda la Administración, tanto central como autonómica. En la costa también reforzamos las unidades en zonas turísticas, igual que en el Camino de Santiago. Y sin dejar de atender la seguridad ciudadana.

-Y luchar contra las bandas itinerantes que asaltan casas.

-Son típicas de zonas de interior. Pueden venir desde Madrid y de otras ciudades donde pasan desapercibidos, dan dos o tres golpes y se marchan. Las buenas comunicaciones por carretera les permiten ponerse en dos o tres horas en su objetivo. Y hay casos en los que regresan a su zona de origen en la misma madrugada. Hay grupos que están organizados, que han hecho un estudio previo de dónde quieren actuar, van con sus croquis y tienen una mínima organización.

-Una planeadora en la Costa da Morte. ¿Vuelve el narcotráfico a usar los métodos clásicos?

-Nuestra sensación es que el narcotráfico en Galicia nunca ha dejado de existir, lo que pasa es que ahora tienen más dificultades para trabajar al estilo clásico, que era el alijo en costa. Aunque te llevas sorpresas, como la última planeadora de la Costa da Morte. Pensábamos que estaban metiendo la droga de una manera más complicada, en contenedores o disimulada entre mercancía, porque hacía tiempo que no hallábamos alijos en planeadoras. También se sospecha de otros modus: la droga se acerca a la costa, la dejan en el agua y luego la trasladan a tierra en embarcaciones menores, incluso de día. Creo que la droga nunca ha dejado de estar ahí. Y en Galicia el narcotráfico siempre ha tenido un grado de organización alto.

-Hay quien dice que los viejos narcos vuelven a trabajar.

-Los hay que no lo dejan nunca. Creo que hay organizaciones menos poderosas que hace años, cuando hacían incluso ostentación de su poderío. Ahora son menos potentes, pero también más difíciles de detectar porque son mas discretos. Antes parecía que casi te retaban a que fueras a por ellos. Ahora tratan de pasar desapercibidos, no hacen ostentación, no están asentados todo el tiempo en Galicia. Tienen varias sedes, en Madrid y otras zonas de España. Son más difíciles de detectar, adoptan muchas medidas de seguridad.

-Nivel 4 de alerta antiterrorista. ¿Qué significa?

-Es un grado de alerta que nos viene a decir que cualquiera podemos ser objetivo de un atentado de una persona que considere que debe hacer algo por su yihad y cometer una barbaridad. A los cuerpos policiales nos ha obligado a aumentar la presión sobre los grupos de riesgo. Casi todas las investigaciones antiterroristas van dirigidas al fenómeno yihadista porque, en mayor o menor medida, tenemos población de riesgo en toda España. Muchas veces las primeras noticias nos llegan a través de alguien que ha visto algo extraño en las redes sociales, que los terroristas utilizan mucho. Desde ahí intentan captar a adeptos. Es un terrorismo global y no hay una explicación lógica a sus acciones.

-¿Cómo ve a Resistencia Galega?

-Es el único grupo terrorista de Europa. Tiene pocas personas activas y creo que en poco tiempo el pequeño núcleo duro que le queda será detenido. Es cuestión de tiempo.

-¿Y la colaboración con Portugal?

-Es muy buena. Todos los meses hay controles conjuntos entre guardias civiles y policías portugueses. Se pasan en directo las incidencias y los capitanes se conocen. Hay que mantener esa buena relación. En verano vienen agentes lusos a zonas como Sanxenxo y Baiona, y nosotros vamos a Portugal. Es lo mismo que se hace en la zona de Levante con Francia.

«La patrulla es la esencia sobre la cual gira todo el trabajo de la Guardia Civil»