«Estamos indignados porque no podemos decidir si nuestros hijos van a ir en la misma clase»

Siete familias del concello coruñés de Culleredo han decidido unir esfuerzos para lograr que sus hijos gemelos o mellizos puedan asistir a un colegio público sin estar en clases separadas. Es decir, que puedan estudiar juntos. Esta opción ahora mismo no es posible en muchos lugares, ya que en la gran mayoría de los centros públicos la norma es separar a los gemelos, y en Culleredo se lleva de manera tajante. La Xunta delega la decisión a cada colegio.

Las familias dicen estar indignadas con la decisión de «aplicar una norma sin que los padres podamos participar en esa decisión». Por este motivo, y como medida de presión, las siete familias presentaron ayer un escrito de protesta en el edificio de la delegación territorial de la Xunta en A Coruña. «No entendemos la norma», dice Carolina, madre de gemelas, que después de descartar un centro público de su concello «porque las gemelas no podían estar juntas en clase», se decidió finalmente por uno concertado, donde sí pueden compartir aula.

En el mismo caso está María. «Tengo mellizas de tres años», dice. «Creo que habría que ver la evolución de las niñas antes de tomar la decisión de separarlas». Según ella, fueron a una charla en el colegio de público de Tarrío y, tras las explicaciones de la directora, se dieron cuenta de que ahí no podrían llevar a sus hijas. «Irán a una escuela unitaria en Culleredo para poder estar juntas en clase, pero sin actividades extraescolares, ni comedor, ni transporte. Será muy difícil conciliar», asegura.

Decide el claustro

Ana Liñares, directora del CEIP de Tarrío, confirma que «las competencias para la distribución del alumnado son del claustro de cada colegio. En nuestro caso -dice-, la norma es separar a los gemelos e incluso a los hermanos, si hubiera algún repetidor», comenta la profesora. Según Liñares, los criterios empleados para estas decisiones son puramente pedagógicos.

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