Termina la huelga de examinadores con la amenaza de paro total en septiembre

José Manuel Pan
josé manuel pan REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

MIGUEL VILLAR

En Galicia se han suspendido unas seis mil pruebas del carné de conducir, que los huelguistas elevan a nueve mil

01 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Ayer terminó la huelga de examinadores de Tráfico porque era la fecha fijada en la convocatoria oficial. Pero eso no significa el fin al problema que llevó a más de 700 examinadores de toda España, unos 40 en Galicia, a causar un colapso enorme paralizando desde mediados de junio, tres días a la semana, las pruebas para obtener el carné de conducir. Los huelguistas reclaman un aumento de sueldo de unos 250 euros al mes en forma de complemento específico por las singulares características de su trabajo. Y como no se ha llegado a ningún acuerdo, ya tienen todo preparado para convocar una huelga indefinida todos los días de la semana, a partir del 4 de septiembre.

Estos funcionarios de la Dirección General de Tráfico, que cobran entre 1.200 y 1.500 euros al mes, quieren que se valoren las condiciones en las que realizan su labor diaria. Pasan la práctica totalidad de la jornada dentro de un coche de autoescuela conducido por alguien inexperto y expuestos a maniobras bruscas y frenazos, incluso a accidentes. Los examinadores también piden que se tenga en cuenta que trabajan en la calle y que corren el riesgo de ser insultados o agredidos cuando suspenden a un alumno. Han logrado no tener que comunicarle en persona y en plena calle la nota, pero sí están obligados a explicarle cómo ha transcurrido el examen y cuáles son los fallos que ha cometido, con lo que el aspirante a conductor puede intuir en ese momento si ha sido suspendido o aprobado.

Durante la huelga hubo varios reuniones de los responsables de la DGT con los miembros del comité de huelga para negociar y tratar de buscar una solución. Sin embargo, no se llegó a ningún acuerdo. Más bien al contrario, ya que el clima entre las partes se fue enrareciendo y las posturas se fueron distanciando. La DGT ofreció un acuerdo basado en una oferta de empleo público con 435 plazas de promoción interna y 70 externas. Más adelante, el propio director general de Tráfico, Gregorio Serrano, anunció la futura incorporación de militares mayores de 45 años a la plantilla de examinadores para paliar la escasez de trabajadores de este colectivo.

Pero los examinadores en huelga no se creyeron el ofrecimiento del director general, denunciaron que era «una mentira más» y que la oferta no incluía la subida salarial, por lo que decidieron mantener el paro acompañándolo con otras medidas de presión. En Madrid se concentraron ante la sede central de Tráfico. En Galicia, los funcionarios protestaron ante las oficinas de la DGT en A Coruña. Respaldados por la potente asociación Asextra, exigen la dimisión de Serrano y piden que sea el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, el que retome las negociaciones.

Más de seis mil aspirantes al carné (nueve mil según los examinadores) perdieron la oportunidad de presentarse a las pruebas en Galicia. Tráfico asegura que se han ido reprogramando los exámenes cancelados, pero lo cierto es que se ha producido una atasco importante que será difícil de aligerar, ya que en agosto la plantilla de examinadores está al 50 % por las vacaciones de verano. Y todo puede empeorar en septiembre.

Las autoescuelas, a punto de cerrar por la falta de alumnos para practicar

Muchos de los aspirantes a conductores perdieron la oportunidad de obtener el carné que necesitaban para un trabajo. Y miles de estudiantes tendrán que esperar a otras vacaciones para poder presentarse. Pero los más perjudicados son los propietarios y los trabajadores de las autoescuelas. En Galicia hay unos 500 centros de formación de conductores, y muchos no podrán soportar el parón en las matrículas registrado durante los casi dos meses que duró la huelga de examinadores. Las autoescuelas arrastraban una profunda crisis en los últimos años y esperaban este verano como un momento de recuperación, que se vio truncado con el paro de los tres días a la semana. Cifran en 150.000 las pruebas anuladas, mientras que Tráfico reduce el dato a 80.000.