«Un montón de bacterias se han extinguido»

l. v. REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

DANIEL AMBROA

Francisco Tinahones, presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad, explica que la pérdida de biodiversidad en el intestino tiene repercusiones directas en la salud

02 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Bacterias, virus, hongos y demás microorganismos alojados en nuestro cuerpo son actores protagonistas en la aparición o prevención de enfermedades como la diabetes, la celiaquía o la obesidad. Se calcula que el peso de la microbiota de un humano equivale aproximadamente a un kilo y que contiene más de ocho millones de genes, trescientas veces más que el ADN humano. De hecho, el colon es una de las comunidades, a nivel microbiano, más pobladas de la Tierra.

Así, lo que le demos de comer influirá en que seamos más o menos inmunes ante determinadas amenazas. Francisco Tinahones, jefe del Servicio de Endocrinología en el Hospital de Málaga y presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (Seedo), pone un ejemplo de cómo ha evolucionado -para mal en este caso- nuestro cuerpo en las últimas décadas: «Una tribu amazónica tiene tres veces más de especies diferentes en el intestino que nosotros. Igual que animales como el oso panda están a punto de extinguirse, hay un montón de bacterias de nuestro intestino que se han extinguido». Y la pérdida de biodiversidad ahí dentro tiene repercusiones directas en la salud.

¿Y qué le conviene a nuestro intestino? Pues una dieta rica en polifenoles, como la mediterránea. Los encontramos en legumbres como lentejas, judías, guisantes o soja, té y vino tinto, frutas y verduras como la remolacha o la berenjena, uvas, fresas, frambuesas o arándanos, tomate, cebolla, ajos y pimientos, frutos secos y cereales integrales, cacao, cerveza o aceite de oliva.

Como ven, el surtido es amplio, y está en nuestra mano modificar y enriquecer la composición de los ingredientes de nuestro intestino.

Pero no solo la dieta es una aliada de las bacterias «buenas». También lo es el ejercicio físico. En definitiva, y como casi siempre, un estilo de vida saludable.