El magistrado más veterano de Vigo y más rápido de España solo «cuela» para mayo los despidos cancelados
25 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.El juez más veterano de Vigo, José Manuel Díaz, titular del Juzgado de lo Social Número 1, estaba el pasado viernes de pie en el umbral de la sala de audiencias que usa generalmente un tribunal de Familia. El magistrado atendía personalmente a los abogados que fueron a preguntar si se iba a celebrar su juicio o suspender con motivo de la huelga indefinida que mantienen los funcionarios judiciales.
Ese viernes, los juzgados de la calle Lalín parecían un edificio fantasma, sin un alma por los pasillos. La Fiscalía sin apenas funcionarios y las salas paradas. La escasa actividad del día se concentraba en este tribunal Laboral que suele estar al día. En el 2016, el Poder Judicial le felicitó por ser el más rápido en dictar sentencias en su categoría.
Al mediodía, esta sala era de las pocas donde se veían abogados y clientes sentados a la espera de entrar. El juez, desde la puerta, consulta a una colaboradora que está sola en el estrado para saber el número exacto de vistas programadas del día y que están cancelando una tras otra.
«Hoy teníamos programados 14 juicios, la mayoría los aplacé para el mes de septiembre por la huelga», dice el magistrado. La agenda ya está completa hasta dentro de medio año. Había dudas sobre un par de juicios por si encajaban en los servicios mínimos. Solo se celebran las vistas por vulneración de derechos fundamentales de los trabajadores, en los que interviene la Fiscalía, o cuestiones urgentes.
Poco se puede hacer. Díaz explica que no dispone de personal para trabajar en sala. «Solo tengo dos funcionarios en mi juzgado pero son de servicios mínimos», explica.
El juez, que sustituye al decano en su ausencia, revisaba en la puerta de la sala cada litigio para ver si era viable con servicios mínimos pero el trabajo de la mañana se estaba reduciendo a recolocar los casos suspendidos. Solo encontró hueco en la agenda para los juicios de despido para no hacer esperar al trabajador. Les encontró fecha en mayo, dentro de tres meses. Y eso que tienen prioridad.
Donación
Mientras, abajo, en el porche, medio centenar de sindicalistas donaban un carro de alimentos al comedor social Vida Digna y escenificaban una flashmob sobre el 23-F. Una líder sindical permaneció de pie ante el coro sentado para demostrar que los empleados públicos iban a seguir firmes «hasta el final» por acabar con su recorte salarial. O eso, o emigrar.