El PP aprueba en solitario la reforma sanitaria con el airado rechazo de la oposición

Domingos Sampedro
Domingos Sampedro SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Xoán A. Soler

Centenares de personas protestaron a las puertas del Parlamento contra la ley que reduce de once a siete las áreas sanitarias de la comunidad

20 mar 2018 . Actualizado a las 12:03 h.

La tribuna de invitados del Parlamento gallego completó su aforo este martes para presenciar el debate final y aprobación de la reforma de la Lei de Saúde, un texto que en aras de la gestión eficiente reduce de once a siete las áreas sanitarias de la comunidad, pero que cuenta con el contundente rechazo de todas las fuerzas de la oposición, que interpretan que la reorganización territorial es solo una excusa para seguir recortando servicios y abrir nuevos espacios a la privatización.

El PSdeG, con su secretario general al frente, Gonzalo Caballero, movilizó a buena de su poder institucional hasta el pazo de O Hórreo para seguir de primera mano el último trámite de la ley que acaba con las áreas sanitarias de A Mariña, Monforte, O Barco y O Salnés para agruparlas en torno a Lugo, Ourense y Pontevedra. Junto a Caballero, asistieron como invitados el presidente de la Diputación de Lugo, Darío Campos, así como los alcaldes de Monforte, O Barco, Burela, Petín o Vilagarcía, entre otros.

En Marea y el BNG también movilizaron a cargos públicos, como el alcalde de Ribadeo, el nacionalista Fernando Suárez, o numerosos representantes de las plataformas que estuvieron protestando contra la reforma en los últimos meses. También siguieron el debate desde la tribuna varios responsables de las gerencias del Servizo Galego de Saúde, y desde su escaño el propio conselleiro de Sanidade, Vázquez Almuíña, mientras a las puertas de la Cámara gallega también se concentraron centenares de personas para corear consignas contra la reducción de las áreas sanitarias.

Xoán A. Soler

Con este marco de fondo subió a la tribunal el portavoz de sanidad del PP, Aurelio Núñez Centeno, para defender la reforma normativa y recalcar que la nueva organización territorial «non provocará ningún cambio de médico», sino que permitirá alcanzar la «cobertura de prazas» que necesitan los hospitales comarcales para prestar un mejor servicio a los usuarios.

Desde la oposición negaron la mayor. La diputada Eva Solla (En Marea) acusó al Gobierno gallego de gobernar «como sátrapas» promoviendo una reforma que ampliará los recortes. Mucho más emocional, Julio Torrado (PSdeG) dijo que al PP le gustaba mucho la reforma, «pero avergóñalles dicir o porqué», y coincidió en que «reducirá servizos e perxudicará a igualdade de oportunidades». Por su parte, Montse Prado (BNG) no solo cuestionó que se pasara de once a siete áreas sanitarias, sino que dijo que era necesario crear catorce, sumando a las once actuales las de Barbanza, Cee y Verín.

La votación no ofreció ninguna sopresa, pues el texto fue aprobado únicamente con los votos del PP y el rechazo de todas las fuerzas de la oposición.