La declaración de un guardia civil apunta avances en la investigación del doble crimen del Cash Récord de Lugo
GALICIA

Casi veinticinco años después, el crimen sigue sin resolverse, y el asesino o asesinos, en libertad
11 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.El 30 de abril de 1994 aparecieron muertos a tiros en la nave de Cash Récord, en el polígono lucense de O Ceao, la cajera María Elena López Lens y el reponedor Esteban Carballido Teijeiro. El crimen no ha sido resuelto y el asesino (o asesinos) sigue en libertad. Después de muchos tropiezos, el caso se mantiene abierto y en el juzgado de instrucción prestaron este martes declaración dos hombres en relación con él. El testimonio de uno no aportó nada; el del otro, un agente de la Guardia Civil, puede abrir alguna vía para avanzar en la investigación, según cree el abogado de la familia de la cajera asesinada, el lucense Gerardo Pardo de Vera Posada.
La declaración del agente de la Guardia Civil citado fue amplia. Fuentes consultadas apuntan que ofreció datos que ya aparecen recogidos en el sumario en relación con otro compañero del instituto armado que puede mantener alguna relación con un hostelero que figura como investigado en este caso. El abogado Gerardo Pardo de Vera señala que la declaración del guardia civil, que sigue en activo, parece abrir alguna brecha por la que pretende seguir indagando para que la investigación en este caso no se detenga.
El letrado considera que hay un agente al que el hombre que está investigado en este caso tenía miedo por alguna razón. A este respecto, la agencia Europa Press, que cita fuentes judiciales, señala que el guardia civil que declaró apuntó que había otro miembro de su mismo cuerpo que entonces estaba «trapicheando» con armas. Indica también que la pistola con la que se efectuaron los disparos era de un modelo que entonces utilizaban los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado -el arma es, precisamente, uno de los principales ejes en torno al que se nuclea la investigación-. La pistola no ha aparecido, pero Isabel López, hermana de la cajera asesinada, dijo este martes a Europa Press que «siempre se dijo que esas armas eran las que utilizaba la Guardia Civil». «Por eso pensamos que hubo algo de encubrimiento, porque si se sabía que las utilizaba la Guardia Civil es que salió de ahí, independientemente de que se la hubieran cogido (o robado). La persona a la que se la cogieron queremos pensar que no dio parte en aquel momento. El arma está totalmente identificada, a ver si sabemos de dónde salió», comentó.
El testigo que no aportó nada relevante a la investigación con sus declaraciones en el juzgado es un extoxicómano.