Villares recuerda el caso Quinteiro para decirle a Anova que practica «democracia, non burocracia»

Domingos Sampedro
domingos sampedro SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

SANDRA ALONSO

El líder de En Marea remarca que siempre actuó con arreglo al código ético y el dictado de las bases

23 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

En la coordinadora de En Marea no parecieron sentar demasiado bien las críticas que el pasado sábado le dedicó uno de los partidos asociados, Anova-Irmandade Nacionalista, la formación fundada por Beiras y liderada ahora por Antón Sánchez, que acusó al equipo de dirección de Luís Villares de iniciar una «deriva burocrática» que diluye la orientación política «rupturista», al tiempo que «lamina a pluralidade interna» del partido instrumental. El portavoz de En Marea respondió este lunes sacando a relucir el caso de Paula Quinteiro para advertir que lo que practica la dirección es la democracia. «Non a burocracia», esgrimió.

El caso Quinteiro sigue dando coletazos en el seno de En Marea. Esta diputada, de la corriente anticapitalista de Podemos, protagonizó el pasado marzo un incidente nocturno con la Policía Local de Santiago al exhibir su credencial de diputada, interponiéndose ante los agentes que intentaban esclarecer la autoría de los destrozos cometidos en varios vehículos estacionados en la calle. «Que facedes? Eu son deputada e estades a secuestrar o meu labor parlamentario, e tedes que saber que eu teño un réxime especial», dijo Quinteiro encarándose a los policías, según el relato del atestado.

La dirección de En Marea interpretó que la diputada hizo un uso indebido de su condición de diputada, y así lo entendieron también las bases del partido, al exigir su dimisión en un referendo interno. Villares insistió ayer en que tanto el consello das mareas como la coordinadora de su partido «aplicaron o código ético para fixar a súa política en casos como o de Quinteiro». Y añadió: «Para nós iso non era burocracia, era ética e democracia».

No obstante, Paula Quinteiro no se sintió obligada renunciar a su acta de diputada, aunque se lo reclamaron el 85 % de los inscritos de En Marea, entre otras razones porque su continuidad en el escaño recibió el apoyo de Anova, Podemos y los llamados alcaldes del cambio. Y Villares insistió: «Tampouco creo que se poida acusar de burocracia, senón de democracia, someter unha a situación de conflito como a vivida naquel momento a referendo das bases», dijo sobre el caso Quinteiro. «E ninguén nos pode acusar de burócratas por facer isto», abundó.

El cruce de reproches entre el portavoz de En Marea, Luís Villares, y Anova, el partido que dirige Antón Sánchez, compañero de escaño de Villares en el Parlamento, se produce a solo cinco días de que el partido instrumental celebre un plenario en Santiago en el que sentarán las bases para elegir el 5 de diciembre 35 nuevos miembros para el consello das mareas, el máximo órgano del partido. De cara a esa cita, Villares confía en que no haya una confrontación entre esas «dúas tesituras», la de consultar o no a las bases, pues entiende que «sería un erro», zanjó.