«El crimen de Diana Quer fue una desgracia que nos ha dejado marcados a todos»

Marta Gómez Regenjo
Marta Gómez RIBEIRA / LA VOZ

GALICIA

En el exterior de la nave donde fue hallado el cuerpo de Diana Quer ya no quedan ramos de flores y la maleza ha vuelto a crecer
En el exterior de la nave donde fue hallado el cuerpo de Diana Quer ya no quedan ramos de flores y la maleza ha vuelto a crecer CARMELA QUEIJEIRO

Un año después del hallazgo de la joven en Rianxo, los vecinos quieren pasar página

29 dic 2018 . Actualizado a las 20:04 h.

Si se pregunta a cualquier vecino del municipio coruñés de Rianxo, posiblemente todos recordarán qué estaban haciendo cuando descubrieron que el presunto responsable de la desaparición y la muerte de Diana Quer era uno de los suyos. Probablemente cualquiera de ellos sería capaz de describir qué sintió, dónde estaba y con quién cuando al coger el teléfono móvil se encontró con la foto de la nave de la antigua fábrica de gaseosas de Asados y el titular que informaba de que en un pozo de ese inmueble había estado oculto el cuerpo de la joven durante casi 500 días. A unas horas de que se cumpla un año del día que truncó para siempre la tranquilidad de una pequeña parroquia, todos quieren olvidarlo y pasar página, pero todos tienen muy presente el triste aniversario del hallazgo de Diana.

«Este crimen fue una desgracia que nos ha marcado a todos. Es una marca para Asados y para todo el municipio, una mancha que tardará en borrarse», reflexionaba un hombre mayor que paseaba por Outeiro, frente a la casa que José Enrique Abuín Gey, el Chicle, compartió con su mujer hasta que fue detenido en diciembre del año pasado. Sus antecedentes, relacionados con el mundo de las drogas, llevaron a sus vecinos a pensar que esa era la razón de que se lo llevaran. Nada, hasta que condujo a los investigadores al lugar en el que había ocultado el cuerpo de la joven, les había hecho sospechar de él: «Aquí todos nos coñecemos, criámonos xuntos, máis ou menos sabiamos quen era e en que andaba, pero ninguén esperaba iso. É que ademais non se lle notaba nada, teño falado con el centos de veces despois de que desaparecera a rapaza e non se lle notaba nada».

A pesar del tiempo transcurrido, aunque nadie duda en vista de las evidencias y de su propia confesión que el Chicle acabara con la vida de Diana Quer, la incredulidad sigue instalada entre los vecinos de Asados.  

Miedo y desconfianza

Al lado de la nave en la que apareció el cuerpo de la joven madrileña después de 500 días de búsqueda, a una mujer se le humedecen los ojos cuando recuerda lo que ocurrió y habla del shock que supuso el hallazgo, una impresión de la que todavía no se han recuperado: «Teño unha rapaza de 16 anos e non vai soa nin a coller o autobús, e ten a parada a uns metros. Temos que levala. Agora xa non te fías de ninguén, nin do veciño de enfronte, porque nunca sabes o que hai nas casas».

En Asados, en Outeiro o en el puerto de Taragoña, donde una mariscadora encontró el móvil de Diana meses después de su desaparición, se impone una misma idea. Todo el mundo asegura que ya nadie habla del tema, y que lo que quieren es pasar página, pero no resulta sencillo: «É algo que sempre tes presente, acórdaste cada vez que pasas por diante da nave», reconoce una vecina de Asados. Mientras se prepara para meterse en el agua de la ensenada de Beluso para extraer bivalvo junto a sus compañeras, otra mujer explica que, superado el revuelo inicial, el crimen de Diana ha dejado de estar en todas las conversaciones, pero «cando hai algún outro asasinato, coma o de Laura Luelmo, vólvese falar do tema».

La presión mediática, después de semanas con cámaras apostadas en distintos puntos del municipio durante todo el día, desapareció, permitiendo a los vecinos recuperar la normalidad. También ha desaparecido el peregrinaje de personas, muchas de ellas de fuera de la comarca de Barbanza, e incluso de fuera de Galicia, para ver la nave en la que había estado oculto el cuerpo de la joven, y frente al portal convertido en un altar de flores y velas en recuerdo de Diana hace un año ya no quedan más que los restos de un par de candelas consumidas.  

Lugar señalado

«Agora aí xa non hai nada, xa non vén ninguén por aquí, e ninguén se mete dentro como facían antes despois de todo o que pasou». Con todo, los residentes en las inmediaciones asumen que el día 31, cuando se cumplirá exactamente un año del hallazgo de Diana, volverán las cámaras y también las flores, como ya ocurrió en el aniversario de su desaparición en A Pobra.

Mientras tanto, los padres del Chicle, que viven a unos metros del lugar en el que estuvo oculto el cuerpo de la joven madrileña, guardan silencio. No quieren hablar de su hijo, como tampoco están muy por la labor de hacerlo sus vecinos del núcleo de Outeiro, en la parroquia de Taragoña. Un hombre que pasea por las inmediaciones de la vivienda se limita a contar que Rosario, la mujer del asesino confeso de Diana Quer, acude regularmente al que fue el domicilio familiar a dar de comer al perro y al gato que siguen viviendo en la propiedad. «Ela vén por aquí, saúda e nada máis, logo marcha. Aínda veu hai uns días limpar un pouco. Aquí a xente tampouco quere saber nada, ninguén fala del. Isto foi moi desagradable para todos e a xente quere pasar páxina».  

Casa embargada

Que en la casa no vive nadie es evidente. En la fachada continúan las pintadas contra el Chicle, está cerrada a cal y canto, la suciedad se acumula en el exterior y quedan dos coches que hace meses que están fuera de circulación. Un hombre que pasa por allí comenta que cree que está a la venta. Lo cierto es que está embargada por el juzgado por una multa de 300.000 euros por tráfico de drogas que Abuín Gey no pagó.

Todavía no ha salido a subasta, pero los vecinos dudan que alguien vaya a querer comprarla: «Está señalada». Como ellos. 

El intento de rapto de otra joven en Boiro precipitó el arresto del principal sospechoso

El día 31 se cumplirá el primer aniversario de la aparición del cuerpo de Diana Quer, pero hoy se cumple un año de la detención de su presunto asesino. El intento de rapto de otra joven en Boiro precipitó su arresto en su vivienda de Taragoña.  

25 de diciembre del 2017

Intento de agresión. El día de Navidad se produjo un intento de agresión en Boiro. Un hombre intentó meter a una joven en el maletero de su coche, un hecho que los investigadores no tardaron en relacionar con el Chicle.  

29 de diciembre del 2017

Registro. A primera hora de la mañana se procedía a la detención de José Enrique Abuín Gey y de su mujer. Durante todo el día se mantuvieron los registros en su domicilio. 

31 de diciembre del 2017

Encuentran a Diana. Después de varias horas retenido, el Chicle se derrumbó y llevó a los agentes a la nave abandonada de Asados donde había permanecido escondido el cuerpo de Diana en el fondo de un pozo.  

4 de mayo del 2018

Cambio de versión. Después de negarse en las anteriores citaciones, José Enrique Abuín declara por primera vez en sede judicial y lo hace para cambiar la versión que había dado inicialmente a la Guardia Civil y reconocer que estranguló a Diana, aunque manifiesta que lo hizo de forma involuntaria.  

15 de junio del 2018

Reconstrucción. La última vez que el Chicle pisó Barbanza fue hace seis meses, para participar en la reconstrucción de los hechos la noche que murió Diana. 

Galicia, cuarta comunidad con más denuncias de riesgo

Galicia, con 18 casos, fue la cuarta comunidad con más denuncias activas clasificadas en el nivel de alto riesgo. Por encima de Galicia están Cataluña, Andalucía y Canarias, que son las que tienen una incidencia más activa en cuanto a desapariciones consideradas de alto riesgo. Los datos se recogen en el informe de personas desaparecidas en España en el año 2017 y que fue elaborado por la Secretaría de Estado de Seguridad del Ministerio del Interior.

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