Fernando Novoa, exdirector técnico de Salvamento de Galicia: «Mi móvil sigue activo las 24 horas»

GALICIA

Su teléfono fue uno de los primeros que sonó cuando hubo que rescatar a las tripulaciones del Mar Egeo y del Prestige. Hoy, ya jubilado, no ha perdido el hábito de estar siempre localizable.
21 feb 2019 . Actualizado a las 05:00 h.La jornada de Fernando Novoa (Vigo, 1948) comienza invariablemente a las ocho de la mañana. Su primera actividad del día es repasar la prensa empezando por la sección de Marítima y la meteorología prevista en la costa. Un hábito propio de quien, además de nacer junto al mar, se ha pasado cincuenta años trabajando vinculado a él. «Mi hermana se casó con un marino que me descubrió los buques de guerra, así que en el año 68 ingresé en la Escuela Naval de Marín. Durante 20 años estuve en la Armada, de allí viene mi formación naval y como piloto de helicópteros», recuerda.
Toda esa experiencia fue el germen que le llevó a proponer a la Xunta en 1989 la creación del primer servicio de salvamento marítimo H24 -activo permanentemente- que combinaba embarcaciones y helicópteros civiles para las labores de vigilancia y rescate. «Cuando el 10 de agosto de 1990 empezaron a volar nuestras aeronaves marcamos un antes y un después. No había en España nada igual, fuimos pioneros», cuenta orgulloso. Comenzaba así un largo romance que le llevó a ser director técnico de lo que hoy se conoce como Gardacostas de Galicia durante más de tres lustros. Él estaba al frente del servicio cuando en 1992 el Mar Egeo encalló a los pies de la Torre de Hércules. También cuando el 13 de noviembre de 2002 se dio la alerta para evacuar a la tripulación del Prestige. «Son tragedias que, como gallego, te impactan por su huella medioambiental pero a mí me dolían mucho más accidentes de dimensiones menores en los que fallecía gente. Es muy duro tener medios de rescate y tener que dedicarlos a buscar cadáveres que quizás se podían haber evitado», señala afectado. Frente a esos tragos amargos, reivindica el «trago dulce» que le supuso ir viendo como las medidas que proponía a la Xunta y la formación de la gente del mar iban reduciendo paulatinamente el número de víctimas que se cobraba el mar gallego.
Por su cargo, Novoa se sumó pronto a quienes hicieron del móvil su herramienta de trabajo, «y desde entonces hasta hoy mantengo la costumbre de tenerlo activo las 24 horas del día. Aunque ahora a veces le quito el sonido por las noches». Y es que pese a llevar un año jubilado, no ha sabido retirarse. Dice que ahora dedica tiempo a leer los libros que ha ido acumulando y a ejercer como abuelo pero la conversación, llena de referencias a la actualidad marítima, revela que sigue siendo un adicto al tema. De hecho, está embarcado en dos retos: escribir un libro sobre la puesta en marcha del servicio de salvamento gallego y elaborar una propuesta para que España cree un servicio de Guardacostas militares a nivel nacional que asuma todas las tareas de vigilancia en el mar.
FUI
Creador del servicio de salvamento marítimo gallego. Lo dirigí en las tragedias de Mar Egeo y Prestige

SOY
Jubilado aún enganchado a la información marítima
