La jueza De Lara desinfla la operación Carioca tras diez años de instrucción y la reduce a cinco acusados
GALICIA
Entre los procesados hay dos agentes de la Guardia Civil
26 sep 2019 . Actualizado a las 16:28 h.Después de diez años de instrucción en los que hubo cientos de declaraciones y multitud de imputados, la jueza lucense Pilar de Lara cierra su operación estrella: la Carioca. La macroinvestigación sobre la prostitución y las relaciones que supuestamente mantenían agentes del orden con los clubes de alterne y algún proxeneta, acaba con la propuesta de su responsable de que sean llevados al banquillo cinco acusados, entre ellos dos agentes de la Guardia Civil.
La jueza acabó desinflando la operación porque optó por sobreseer las acusaciones contra otras diez personas. En su momento, hubo unas noventa que comparecieron en calidad de imputadas, aunque algunas fueron a parar a las medio centenar de piezas separadas que nacieron como consecuencia de la investigación. Una buena parte de las causas ya no están vivas, puesto que fueron archivadas durante el largo proceso.
En la pieza matriz es un cabo de la guardia civil el que acapara la mayor carga de delitos atribuidos, un total de 78, entre los que hay uno de agresión sexual, 29 de cohecho y 6 de extorsión. Al otro agente, que estaba a las órdenes del anterior, le responsabiliza de incumplir el deber de perseguir delitos y también de tres delitos de cohecho.
La lista de acusados la completan tres presuntos proxenetas relacionados con los clubes de alterne que fueron investigados, a los que les atribuye un delito continuado de cohecho y otro de aprovechamiento de información privilegiada que, supuestamente, les aportaría uno de los agentes implicados.
Ahora, el asunto queda en manos de la Fiscalía, que es la que tendrá la última palabra respecto al número de acusados y los delitos que se les imputan.
La jueza cierra el caso con un auto que supera los doscientos folios. La instrucción citó a cerca de cuatrocientos testigos, generó multitud de recursos, denuncias, reclamaciones internacionales, la publicación de un libro e, incluso, la creación de colectivos antiprostitución.