Tras la quiebra del partido, la falta de consenso sobre el candidato podría dividir también el grupo parlamentario
14 jun 2019 . Actualizado a las 12:05 h.La falta de acuerdo entre los partidos que forman En Marea y entre los representantes de estos partidos en el grupo parlamentario de O Hórreo derivó en una votación telemática en la noche del miércoles para la elección del senador por designación territorial que le corresponde. Una votación apoyada por los parlamentarios críticos con Villares e impulsada por Podemos Galicia que no acataron los diputados afines al portavoz y que respetan las decisiones tomadas por la coordinadora de En Marea, que optaron por no participar en el escrutinio. Pese a ello, el candidato de Podemos y de los partidos próximos a la formación morada -Anova y EU-, el edil de Marea Atlántica José Manuel Sande, obtuvo la mayoría de los votos. Ocho de los catorce diputados. Votaron a su favor los cinco parlamentarios de Podemos -Luca Chao, Paula Quinteiro, Carmen Santos, Julia Torregrosa y Marcos Cal-, el portavoz de Anova, Antón Sánchez; el diputado próximo a EU Manuel Lago y la independiente Ánxeles Cuña, mientras que la dirigente de EU, Eva Solla, optó por abstenerse. También votó Flora Miranda, la última diputada que entró en el grupo y que, pese a proceder de Compostela Aberta, respeta las decisiones de En Marea, por eso lo hizo a favor de la candidata oficial, Mariló Candedo. Fue la única que le apoyó, pero no porque la profesora coruñesa no contase con otros respaldos, sino porque los demás diputados fieles a las decisiones de En Marea decidieron no votar al no aceptar el escrutinio. Es lo que hicieron Luís Villares, Davide Rodríguez, Pancho Casal y Paula Vázquez Verao.
En la noche del miércoles, la dirección de En Marea dio a conocer en un comunicado su oposición a la votación telemática, al entender que era una «imposición» de Podemos. Tras reiterar que se habían hecho dos ofertas -la de Candedo y la de Manuel Lago, que él mismo descartó- sin que se alcanzase acuerdo alguno, la coordinadora del partido cree que la votación la impuso el partido morado, «que quere ditar o seu criterio e que transparenta a súa desgana para chegar a acordos». En un episodio más de la guerra abierta entre Podemos y En Marea, la dirección que encabeza Villares cree que «a deriva verticalista de Podemos de non escoitar a todas as partes que forman parte de En Marea, reducindo a horizontalidade na organización e a transversalidade no funcionamento, só pode producir distanciamento e unha redución do espírito democrático da organización».
Los diputados críticos no piensan aceptar al candidato de En Marea y En Marea no va a acatar al propuesto por Podemos y los parlamentarios afines. Así las cosas, ¿qué ocurrirá el día en que se aborde en el Parlamento de Galicia el nombramiento de los tres senadores territoriales que le corresponden, dos del PP y uno de En Marea? Es difícil aventurarlo, porque ninguna parte está dispuesta a ceder.
La diputada Luca Chao, que forma parte de la dirección de Podemos Galicia, no concibe otra salida más que la de acatar la decisión tomada por la mayoría del grupo; es decir, el nombramiento de José Manuel Sande. Apela al «sentido común» y asegura que el edil herculino se ajusta al perfil no solo por su formación, sino también porque no forma parte de ninguna de las organizaciones de En Marea. «É un candidato de amplo consenso», dijo. Y añadió que era «impensable» que los afines a Villares no acataran el resultado de la votación.
Pero los afines a Villares no lo van a hacer, y el propio portavoz es el que tiene que firmar el acuerdo, y no lo hará en contra de lo que decida la dirección de En Marea que, según los estatutos, es a la que le corresponde tomar esa decisión. El nuevo frente abierto en el primer partido de la oposición podría acabar con una de las partes en el grupo mixto del Parlamento de Galicia, y no será la oficial, que es la que se quedó con la marca y se considera la legítima representante del partido instrumental. El propio Sande trató de atemperar la polémica y pidió «altura de miras» a quienes no le respaldan, porque su nombre había surgido «como unha proposta de consenso». Sande se desmarcó de los sectores enfrentados y dijo que su trayectoria política solo puede ser relacionada con la Marea Atlántica, si bien luego admitió que había colaborado en la redacción del programa electoral de En Común Unidas Podemos.
Eva Solla: más leña al fuego
Pero los continuos fuegos cruzados entre los dos sectores de En Marea, lejos de calmar los ánimos, los avivan. En una entrevista concedida a Efe, la coordinadora nacional de EU y vicepresidenta segunda del Parlamento de Galicia, Eva Solla, abogó por abrir un nuevo espacio de confluencia en Galicia al que se podrían sumar su partido, Podemos, Anova y Equo. No solo no cuenta con En Marea sino que cree que no debería presentarse a las autonómicas. A su entender, sería una «necedad» no ver que donde hubo varias candidaturas, «o resultado foi peor».
Una crisis latente que se precipitó hace un año con la Mesa pola Confluencia
En Marea está en crisis desde su propia creación, incluso antes de que no ganase las elecciones autonómicas del 2016, como pretendía. Pero la ruptura se aceleró en el último año, y los acontecimientos se precipitaron hasta que se hizo oficial la división de las dos corrientes en dos organizaciones políticas.
Debate interno
Petición de primarias. El verano pasado se creó la Mesa pola Confluencia, un foro de debate del sector crítico de En Marea promovido por Compostela Aberta y al que no se sumó el sector oficial. La iniciativa finalizó con una petición de adelanto de las primarias para renovar la dirección a tiempo para las elecciones municipales.
Primarias
La estrategia de Podemos. Las primarias se convocaron a finales del año pasado y Villares anunció que volvería a encabezar una candidatura. El sector crítico tardó en mostrar sus cartas, pero finalmente presentó otra alternativa impulsada por Podemos, ya con Gómez-Reino en la dirección gallega, y encabezada por David Bruzos. Perdió, pero la herida ya nunca cicatrizó.
Elecciones generales
Ruptura oficial. El adelanto de las elecciones generales precipitó la ruptura oficial. En Marea se presentó por una parte y Unidas Podemos, por la otra. En Marea pasó de cinco diputados en el 2016 a dos -Gómez-Reino y Yolanda Díaz- en el 2019.
Elecciones locales
Un doble fracaso. La división les pasó a todos factura en las urnas, con el desplome de las mareas locales que en el 2015 se habían hecho con los gobiernos de ciudades como A Coruña, Santiago o Ferrol. Perdieron todos, tanto los afines a Villares como las listas promovidas por Podemos.
Cisma en el parlamento
A por la cabeza de Villares. La disputa por el senador por designación autonómica es la penúltima batalla del sector crítico por apartar a Villares y a los suyos de los órganos de decisión. Todavía queda pendiente la portavocía, que Podemos quiere arrebatar al juez en excedencia para que sea rotatoria.