Pisos turísticos fantasma: la nueva estafa en la red que está en auge

Mila Méndez Otero
mila méndez A CORUÑA / LA VOZ

GALICIA

EDUARDO PEREZ

Durante el verano se disparan los timos «on-line» en las viviendas vacacionales

28 sep 2019 . Actualizado a las 23:17 h.

Llegan a su destino cargados con los bártulos y, cuando quieren buscar la vivienda alquilada, se encuentran con que esta no existe o ya está ocupada. Los delincuentes digitales no desaprovechan el tirón de los pisos turísticos. La Unidad de Delitos Telemáticos de la Guardia Civil alerta sobre esta realidad que todavía no ha llegado a su máximo de denuncias presentadas. «El grueso de los alquileres son en la segunda quincena de julio y en agosto», explican desde el equipo dedicado a perseguir a los ciberdelincuentes en A Coruña.

El modus operandi más detectado por los agentes consiste en captar a las víctimas a través de portales que generan confianza. La mayoría de las veces, páginas de compraventa o alquiler entre particulares. «Ahí suben un perfil en el que indican que también están presentes en plataformas reconocidas como Airbnb. Es el primer contacto. Para generar seguridad, ofrecen no tener que recurrir a estos canales porque así, les dicen, ambos ahorran los gastos de las comisiones», detalla el responsable de la unidad en A Coruña, Alberto González.

Cada verano, más

El resultado es que el cliente, engañado, realiza la transferencia bancaria y recibe la confirmación del pago. No se da cuenta de la mentira hasta que llega el día del viaje. «Las estafas en los alquileres vacacionales aumentan cada año. Suelen operar a través de dos perfiles, uno falso, con etiquetas como las de Airbnb. Sin embargo, es la cuenta paralela la que está trabajando. Para dificultar la investigación policial, las cuenta bancarias están en el extranjero y eliminan los perfiles en la red. No hay adónde llamar», apostilla González.

En la unidad coruñesa del cuartel de Lonzas acumulan varias de estas denuncias. El perfil del estafado suele ser el de una persona de 45 años en adelante y de un ámbito periurbano. Es el engaño de toda la vida. Compras que no llegan, en este caso, alquileres. Los ciberdelincuentes han sofisticado sus métodos. Como se vio en el caso de Lupin, el cabecilla de una red dedicada a las estafas on-line en León de 23 años, hay un alto grado de tecnificación. Son capaces de clonar páginas. Cambian la URL de origen, algo que, para el comprador, pasa desapercibido. Así consiguen redireccionar los intercambios.

Las precauciones

El precio suele ser uno de los ganchos. «Si es en un piso en el que vamos a pasar más de una semana, podemos decirle al propietario que tenemos a un amigo o familiar cerca que quiere echarle un vistazo al inmueble», aconseja el sargento. «Ofrecen gangas en lugares con una alta demanda y las fotos casi siempre son exteriores. Siempre que detectemos un precio muy barato o creamos que estamos ante un chollo, es probable que se trate de una estafa», avisa González.