Arranca la barra libre para la caza del jabalí en áreas de todas las provincias

j.c. REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

ALBERTO LÓPEZ

La orden de emergencia cinegética afecta a 33 ayuntamientos de cuatro comarcas

11 oct 2019 . Actualizado a las 14:26 h.

A grandes males, grandes remedios. Desde hoy, los cazadores gallegos ven abrirse una ventana extraordinaria para la caza prácticamente indiscriminada del jabalí en los 33 concellos de las comarcas de Betanzos-Eume, Terra Chá, Viana y Deza. Se podrá cazar todos los días de la semana que no sean festivos e incluso establecer esperas nocturnas en zonas atacadas por el jabalí. Son medidas inéditas que pretenden poner freno al incremento de la población de este animal y a las reclamaciones de daños que se multiplican por toda Galicia.

El decreto establece la temporalidad de esta emergencia cinegética y ciertas limitaciones, especialmente en las zonas libres. Hasta el 6 de enero del 2020, las cacerías estarán permitidas todos los días. A partir del 7 de enero y hasta el 29 de febrero del 2020, las batidas estarán autorizadas lunes, martes, miércoles y viernes, excepto los festivos. El único requisito para poder llevar adelante estas cacerías es una comunicación previa a la Xefatura Territorial con una antelación mínima de diez días naturales.

El decreto autoriza también medidas de guarda o espera. Si los terrenos han sido afectados ya por la acción del jabalí, el propietario o un tercero estará autorizado a la guarda con la autorización del titular del aprovechamiento cinegético. También queda autorizada la utilización de visores de aumento y fuentes de iluminación, así como la captura en jaulas de los jabalíes. Estas esperas podrán hacerse igualmente en lugares no cinegéticos.

Casi 200.000 ejemplares

El crecimiento de la población de jabalíes está detrás de estas medidas extraordinarias aprobadas por la Xunta. De acuerdo con los cálculos del sindicato Unións Agrarias, en Galicia hay un censo que ronda entre los 175.000 y los 200.000 jabalíes que provocan unos daños no inferiores a los 15 millones en las explotaciones agrarias, el mayor problema de la sobrepoblación.

La Xunta, además de las medidas aprobadas, está manteniendo reuniones con los tecores de las áreas afectadas para pedir la colaboración de los cazadores. Asimismo reclama la colaboración de concellos y diputaciones para una mayor y mejor gestión de la biomasa forestal y de las zonas de maleza, que son el hábitat perfecto para el desarrollo del jabalí. Según la Xunta, estas áreas se encuentran frecuentemente cercanas a terrenos cultivados facilitando las incursiones del animal. De hecho, la propia Xunta admite que detrás de la expansión de la especie está el cambio de uso en el territorio.

Los agricultores alertan también sobre el peligro del jabalí como posible transmisor de la peste porcina, al ser una especie incontrolada.

La caza al salto, una alternativa que de momento sigue prohibida en Galicia

La llamada caza al salto es la modalidad de caza más conocida y popular en España, también en Galicia, aunque únicamente está permitida para las piezas menores. Se trata de que el cazador y sus perros, en un número no mayor de seis, baten el monte levantando las piezas de caza y disparándolas cuando aparecen. Se practica con escopeta, no con rifle, y es fundamental el concurso de los perros. Así es como los aficionados gallegos afrontan la caza de la perdiz o el conejo, piezas cada vez más escasas.

La emergencia cinegética es vista como una oportunidad por un grupo de cazadores que reclaman a la Xunta que autorice este tipo de caza también para el jabalí como, según dicen, ya se hace en Cataluña y otras comunidades autónomas. Este colectivo considera que la caza al salto del jabalí sería mucho más eficaz para reducir la sobrepoblación del animal ya que aportaría mayor flexibilidad para que los cazadores salieran en función de su tiempo libre. En la actualidad, una batida de jabalí requiere organizar a un grupo numeroso de cazadores que se reparten en puestos para disparar al jabalí cuando se acerca azuzado por los perros. Lo normal es que no se organicen más que en fines de semana para aprovechar la disponibilidad de un grupo amplio de cazadores que permita llevar adelante la batida.