Las papeletas para las autonómicas gallegas podrán estar listas antes de marzo, pero no implican un adelanto electoral

Juan María Capeáns Garrido
Juan Capeans SANTIAGO

GALICIA

XOAN A. SOLER

La Xunta adelanta el dispositivo técnico de organización de las autonómicas y encarga la contratación de los servicios para su coordinación

02 ene 2020 . Actualizado a las 19:05 h.

La Xunta ha puesto en marcha la maquinaria electoral de las autonómicos a efectos exclusivamente administrativos, aunque habrá quien arranque alguna interpretación en clave política sobre la fecha que tiene en mente el presidente Feijoo. Con meses de anticipación, el departamento de Vicepresidencia que dirige Alfonso Rueda ha publicado los contratos necesarios para la organización de una cita cuya convocatoria es una prerrogativa exclusiva del presidente Feijoo dentro de los márgenes de cuatro años por legislatura que prevé la ley.

Si por el motivo que fuese el líder autonómico decidiese adelantar las elecciones a la primavera no habría problema para sacarlas adelante porque la resolución de los contratos se conocerá en el mes de febrero. Entre otras cuestiones, estos contratos incluyen la adquisición del material para las papeletas que se llevarán a impresión o la contratación de servicios de todo tipo para la organización técnica de los comicios, así como los recursos humanos y materiales para el dispositivo habitual de la jornada electoral y para el seguimiento de datos e incidencias, incluida la recogida y el recuento definitivo de votos. También habrá contrataciones para otros servicios como el control de la web electoral, el apoyo logístico y de asesoramiento o la documentación para el voto adaptado para los invidentes.

En el 2016, la Xunta activó unos contratos por importes similares, tres millones de euros, aunque lo hizo unos meses más tarde, ya que ninguno de estos aspectos se resolvieron antes del mes de junio, cuando ya se especulaba sobre un posible adelanto para coordinarse con los comicios del País Vasco. En esta ocasión, según explicaron fuentes de la Xunta a Europa Press, han preferido acelerar los trámites para evitar apuros con el calendario, pero desligan la convocatoria técnica de cualquier decisión política que, recuerdan, está en manos de Feijoo.

El calendario previsible

Desde hace meses, y como cada vez que se han ido acercando las fechas electorales en las tres últimas citas, el presidente ha repetido que no tiene intención de estrechar el calendario con un adelantamiento interesado, entre otras cosas para evitar contagiar a Galicia de las incertidumbres que acechan desde hace cuatro años a la política española, en un bucle electoral permanente. La desaceleración económica prevista para el 2020, la consolidación de un Gobierno de coalición en Madrid o la posible coincidencia con otros comicios -quizás en Cataluña, seguro en el País Vasco- son elementos que podría manejar Feijoo para tomar la decisión, aunque desde el entorno del presidente no ven motivos para desaprovechar la mayoría parlamentaria y unos presupuestos aprobados que crecen moderadamente. En el 2016, Feijoo anunció su candidatura a principios de abril, y el 2 de agosto fijó la fecha de las elecciones. En esa ocasión hizo un adelanto técnico de octubre a finales de septiembre para hacerlas coincidir con las vascas.

Esperando la decisión de Feijoo

El debate sobre la continuidad de Feijoo en la política gallega, que salpica la actualidad de cuando en vez, ha echado a rodar definitivamente y no parece que se vaya a detener hasta que el presidente de la Xunta desvele su futuro, previsiblemente en este primer trimestre del año. Al igual que ocurrió en otras ocasiones, y con más intensidad en el 2016, las voces autorizadas del partido están posicionándose a favor de que el de Os Peares vuelva a reeditar su «contrato con Galicia», que según él mismo lo retuvo a mitad de este mandato, cuando la presidencia del partido quedó vacante por la dimisión de Rajoy.

Este jueves fue Alfonso Rueda, el líder del PPdeG en Pontevedra y número dos de Feijoo en la Xunta, el que expresó su deseo de que haya un cuarto cartel electoral con el rostro del líder, y extendió esta preferencia a muchos gallegos que no son votantes del PP en las generales y en las locales y que les «encantaría» que el presidente repitiese. Rueda recordó que los populares alcanzaron en esa provincia un 43 % de los votos, y aspira a que se repita un resultado semejante, pese a ser igual de «complicado».

El vicepresidente autonómico no obvió que hay elementos nuevos que hacen más complejos los cálculos. Para Rueda, Ciudadanos saldrá a competir con mucha presión por sus últimos resultados y ve dificultades para que puedan mejorar. En el caso de Vox, entiende que la formación de ultraderecha ha dado muestras de su escaso interés por Galicia, y espera que los gallegos «tomen nota» de su objetivo final, «cargarse a Feijoo».