
Gonzalo Caballero destaca en un acto con varios exconselleiros que «se o cambio foi posible no 2005, será posible no 2020»
19 jun 2020 . Actualizado a las 22:00 h.Han transcurrido 15 años desde las elecciones gallegas del 19 de junio 2005, que catapultaron a Emilio Pérez Touriño a la presidencia de la Xunta, solo un año después de que Zapatero se instalara en la Moncloa. La ola de cambio vivida entonces, entremezclada con las consignas del «No a la guerra» o el «Nunca máis» que siguió a la marea negra del Prestige, fueron rememoradas este viernes por el PSdeG en un acto celebrado en el los jardines de Bonaval, en Santiago, que reunió a Touriño y a varios conselleiros del bipartito que presidió. «Estamos convocados a loitar de novo polo futuro de Galicia», dijo el exdirigente socialista ante el actual aspirante a la Xunta, Gonzalo Caballero, antes de subrayar que «o cambio é posible e viable».
Exconselleiros como Ricardo Varela, Méndez Romeu, María José Caride o María José Rubio, junto al que entonces actuaba como portavoz parlamentario, Ismael Rego, o la primera presidenta mujer de la Cámara, Lola Villarino, quien llamó a «dar unha sorpresa o 12 de xullo» para situar a Gonzalo Caballero en la Xunta.
El acto, que contó con la actuación de Luís Emilio Batallán y fue cerrado con la interpretación del himno gallego, puso los focos en aquella generación de socialistas que, en alianza con el BNG, lograron pasar la página del fraguismo en Galicia al contar con todo el empeño de la dirección federal del PSOE.
De hecho, el lucense José Blanco era por entonces secretario de organización del partido, como número dos de Zapatero, y puso a disposición del PSdeG todos sus recursos y un equipo de personas para batirse el cobre por Touriño. En aquel equipo figuraba el actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, así como el que fue secretario de organización con Rubalcaba, Óscar López, criados ambos en el obrador político del bruxo de Palas.

«O mellor presidente»
Gonzalo Caballero, secretario xeral del PSdeG y candidato a la presidencia de la Xunta, era en el 2005 un militante de base de la agrupación de Vigo y, además, crítico con la dirección. Eso no le impidió reivindicar a Touriño y su legado como «o mellor presidente» de la historia autonómica de Galicia, antes de destacar que «se o cambio foi posible no 2005, será posible no 2020».
Caballero valoró que el bipartito de Touriño fue un Gobierno que logró «sacar grandes leccións» con su apuesta por la regeneración democrática, la igualdad y la vertebración y protección del territorio. Y no solo se mostró como el digno sucesor de aquel legado, sino que se comprometió a recuperar una de las medidas estrella de Touriño: la gratuidad de los libros de texto.