Feijoo congela la renovación provincial del PP para afrontar el rompecabezas de las ciudades

Juan María Capeáns Garrido
Juan Capeáns SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Feijoo, con los cuatro presidentes provinciales, en una imagen del 2016
Feijoo, con los cuatro presidentes provinciales, en una imagen del 2016 SANDRA ALONSO

Los aspirantes urbanos se concretarán antes de acabar el año, con dudas en al menos cuatro candidaturas principales

05 ago 2021 . Actualizado a las 14:38 h.

El PPdeG ha despachado en dos semanas las deudas organizativas contraídas consigo mismo, demoradas por la crisis sanitaria. El 17 de julio Alberto Núñez Feijoo fue proclamado sin fisuras presidente del partido por cuatro años más, y ayer se cerró el plazo para presentar candidaturas alternativas a los cuatro presidentes provinciales, que afrontarán sus cónclaves entre el 17 y el 26 de septiembre sin competencia interna. Un paseo para Diego Calvo (A Coruña), Elena Candia (Lugo), José Manuel Baltar (Ourense) y Alfonso Rueda (Pontevedra) antes de que comience la verdadera carrera de obstáculos en la que la organización popular viene tropezando desde el 2015 hasta quedar sin alcaldías urbanas y con la Diputación de Ourense sostenida con pinzas.

Tras resolver los congresos provinciales en septiembre, los populares dejarán el último trimestre del 2021 para componer el rompecabezas urbano, con varios carteles con interrogantes. Los candidatos tendrán por delante algo más de 500 días hasta las municipales del 28 de mayo del 2023.

La situación es variopinta. En Ferrol, Pontevedra y Lugo la carrera hacia las urnas está más despejada, con Jose Manuel Rey Varela, Rafa Domínguez y Ramón Carballo, respectivamente, ejerciendo de jefes de la oposición con el aval de los líderes provinciales y el del propio Feijoo, que, según su propia metáfora, confía en que esta vez «el balón dé en el poste y entre». Solo les valdrá la mayoría absoluta para alcanzar su objetivo.

Más dudas generan las cuatro ciudades más pobladas de Galicia, tres de ellas con una gestora al frente, y la cuarta, Ourense, en una peculiar situación, ya que el exconselleiro y senador Jesús Vázquez mantiene la presidencia del partido desde un incómodo segundo plano por la crisis local en torno al alcalde Pérez Jácome. La portavocía municipal recae en Flora Moure, afín a la dirección local, por lo que no es descartable un movimiento desde el entorno de Baltar para ganar poder urbano.

En Santiago todos reman a favor de Borja Verea, diputado y presidente de la gestora, que sigue lastrado por su discreto nivel de conocimiento y por estar fuera del pazo de Raxoi. Algo parecido le ocurre a Martín Fernández Prado en A Coruña que compatibiliza la presidencia de la gestora del partido y la del puerto, y Rosa Gallego ejerce de portavoz en María Pita tras la despedida política de Beatriz Mato.

En Vigo hay incluso más variables: Corina Porro dirige la gestora; Alfonso Marnotes hace lo que puede en el Concello ante Abel Caballero; la dirección promueve a Marta Fernández-Tapias, delegada territorial de la Xunta; y el senador Javier Guerra sigue atento a los movimientos con parte de la militancia de Vigo de su lado. Antes de Navidad, luz y candidatos.