Los mayores señalan a la Administración como su mayor obstáculo en la brecha digital
GALICIA
Comprar por internet es la actividad tecnológica en la que los gallegos registran menos problemas
06 mar 2022 . Actualizado a las 22:01 h.La tecnología y las herramientas digitales han ensanchado las posibilidades de comunicación hasta escenarios impensables. Pero su uso requiere de una pericia cada vez más exigente y de medios tecnológicos que evolucionan constantemente y obligan a una actualización permanente. No toda la sociedad se siente capacitada para entender y utilizar dichas herramientas y aún menos para realizar de manera virtual los trámites que cada vez es más complicado conseguir hacer presencialmente.
El barómetro trimestral realizado por el Instituto Sondaxe para La Voz de Galicia refleja que son los mayores de 65 años los que sufren de manera más notable los efectos de la llamada brecha digital, la que se abre y separa a los usuarios digitalmente activos de los que no lo son o solo tienen conocimientos básicos. Los mayores no son los únicos que confiesan dificultades al manejarse por el carril tecnológico, pero sí son los que se declaran más afectados en todos los frentes de interrelación posibles. Todas las franjas de edad, pero los mayores de manera muy palpable, señalan a la Administración en todos sus niveles como la generadora de la brecha más profunda a la hora de realizar gestiones a través de herramientas tecnológicas.
La realización de la declaración de la renta, pago de tasas e impuestos, gestiones censales, tramitación de denuncias, consultas al catastro, verificaciones ante la Seguridad Social... son las prácticas en las que los mayores de 65 años confiesan tener una habilidad más escasa. En una escala del 0 al 10, los encuestados que han superado la edad de jubilación se puntúan a sí mismos con solo un 2,77 de media, nota que manifiesta la lejanía que experimentan de la vía digital para afrontar asuntos burocráticos. Se conceden tan solo una centésima más los integrantes del mismo grupo etario al evaluar cómo se desenvuelven al tratar de acceder a contenidos educativos a través de internet y a la formación en línea.
Donde los mayores muestran un poco más de capacidad es en la relación con la sanidad desde soportes digitales. En ese campo se evalúan con un 3,35, la nota más alta que se autoconcede dicho grupo. La normalización de la petición de citas a través de aplicaciones móviles y telefónicas les ha hecho avanzar algo en esa área, pero surgen más dificultades al tratar de obtener certificados, seguimientos farmacológicos o conseguir el historial médico personal.
La habilidad de los mayores ante la banca electrónica se sitúa en un nivel de 3,4 puntos de los diez posibles, siendo este campo, sin embargo, el que ha concitado la mayor parte de las protestas de los colectivos de mayores, así como de las Administraciones locales de los municipios más envejecidos y con población diseminada. Tampoco en las compras online se muestran cómodos, ya que solo se otorgan un 3,09.
Una vía creciente
Sin embargo, en las adquisiciones a través de internet es en lo que se muestran más duchos tanto hombres como mujeres y los encuestados de todas las edades entre 18 y 64 años. Cuanto más jóvenes, más querencia hay hacia esa práctica, llegando en la franja de menos edad a otorgarse un 8,24 en ese campo. Todos los grupos laboralmente activos aseguran tener también más habilidad ante la banca digital o electrónica que en el uso de las plataformas educativas virtuales.
Los encuestados por Sondaxe dibujan con sus respuestas ciertas diferencias territoriales en la destreza tecnológica. En la provincia de Pontevedra se otorgan notas ligeramente mejores en todos los grupos de edad y ámbitos que en las demás, siendo la de A Coruña la siguiente en la que se señalan mayores capacidades y Ourense en la que menos. En todas las demarcaciones provinciales se apunta al vínculo digital con la Administración como el que mayores dificultades genera, y a la banca electrónica y las compras por internet como las más factibles.
Observando las respuestas según el tamaño de la población en la que se reside, son los que viven en las dieciséis pequeñas ciudades de Galicia, las que cuentan con censos de población de entre 20.000 y 50.000 vecinos (Narón, Vilagarcía, Oleiros, Arteixo, Ames, Carballo...) los que aseguran manejarse con más soltura digital, más incluso que en las siete ciudades.
Previsiblemente por el paulatino cierre de sucursales bancarias, en las poblaciones de entre 5.000 y 10.000 residentes el uso de la banca digital se apunta como la práctica más habitual y que con más facilidad se utiliza, con una nota que llega al 5,58 y supera incluso a la realización de compras por internet. Por ocupación, son los estudiantes los que mayor uso hacen de las herramientas digitales en cualquier frente y los jubilados y pensionistas los que menos, no llegando ellos en ninguna utilidad a un 4 de nota.
Según el recuerdo de voto en las últimas elecciones autonómicas y generales, los votantes de Vox y Galicia en Común, por ese orden, son los que aseguran tener más habilidades digitales, mientras que los del PP reconocen contar con menos destreza.
FICHA TÉCNICA
Ámbito: Galicia. Universo: Población empadronada en Galicia de 18 o más años de edad. Muestra: 1.223 entrevistas. Tipo de entrevista: Técnica mixta; telefónica asistida por ordenador (sistema CATI) y personal asistida por tablets (sistema HAPI). Afijación de la muestra: Afijación proporcional según Provincia y tamaño de hábitat del municipio de residencia. Selección de las entrevistas: Para el campo telefónico, selección de los hogares mediante semilla de aleatorización de una base de teléfonos del municipio; para el campo personal sistema de rutas aleatorias en los municipios; en ambos casos, cuotas de edad y sexo para seleccionar la persona a entrevistar. Error de muestreo: ± 2,86 % en el caso de máxima indeterminación (p=q=50%) y para resultados globales. Trabajo de campo: Del 10 al 22 de febrero del 2022. Realización: Instituto Sondaxe. www.sondaxe.com
Más de la mitad de la población gallega sigue prefiriendo que se atiendan sus trámites presencialmente en oficinas
El 53,6 % de los gallegos encuestados en el barómetro trimestral realizado por el Instituto Sondaxe para La Voz de Galicia admiten preferir seguir realizando los trámites con las administraciones y organismos presencialmente en sus oficinas en lugar de utilizar herramientas digitales para resolver la burocracia.
Prácticamente doblan en número los que se sienten más cómodos al otro lado de la ventanilla a los que ya se han acostumbrado a situarse frente a la pantalla de un ordenador o dispositivo móvil, grupo en el que se incluye el 23,6 % de los preguntados. Un 13,6 % opta por una vía u otra dependiendo del trámite a resolver, y para otro 8 % le es indiferente relacionarse con la Administración de una manera u otra.
La preferencia por la atención presencial es mayor en las mujeres que en los hombres, 56,5 frente a 50,3 %. Y si la división se hace dependiendo de la edad del encuestado, son las personas de más edad las que de manera aplastante requieren un interlocutor en persona para que les solvente sus peticiones. El 89,5 % de los mayores de 65 años demandan el trato presencial, mientras que solo el 4,4 % de ellos prefiere resolver sus trámites digitalmente sin intermediarios.
El gusto por la resolución in situ en las oficinas de la Administración y organismos públicos va disminuyendo conforme se baja en edad. Los que cuentan entre 45 y 64 años aún prefieren esa vía en un 53 % de los casos, lo mismo que el 34,3 % de los que tienen entre 30 y 44 años. A partir de ahí, para los contribuyentes más jóvenes, los que forman el grupo de 18 a 29, es más fácil o cómodo encarar su relación con los aparatos administrativos desde las plataformas digitales que en persona en una oficina. Son el 39,5 frente al 26,8 que defiende el método clásico.
En los municipios de 5.000 a 10.000 vecinos es donde se hace una defensa más intensa del trámite presencial: el 70,2 % de las respuestas recogidas en dichos núcleos lo reclaman así. Baja tres puntos en los pueblos aún más pequeños, mientras que en las ciudades, aunque también es mayoritario, lo considera más factible el 41,6 % de sus residentes.
Dependiendo de su ocupación, los parados constituyen el grupo menos dependiente del trato presencial, lo prefiere el 52 % de ellos, y los jubilados y pensionistas el más cautivo, con el 72,5 % de ellos a favor de la ventanilla.