Los cinco presidentes que precedieron a Alfonso Rueda al frente de la Xunta

Manuel Varela Fariña
M.Varela REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Los presidentes Gerardo Fernández Albor, Fernando González Laxe, Manuel Fraga Iribarne, Emilio Pérez Touriño y Alberto Núñez Feijoo
Los presidentes Gerardo Fernández Albor, Fernando González Laxe, Manuel Fraga Iribarne, Emilio Pérez Touriño y Alberto Núñez Feijoo

Hace cuarenta años que Gerardo Fernández Albor tomó posesión como primer líder del Gobierno gallego autonómico

12 may 2022 . Actualizado a las 15:16 h.

Alfonso Rueda Valenzuela (Pontevedra, 1968), el hombre que se vio fuera de la vida política media docena de veces, es desde este jueves el sexto presidente de la Xunta. La mayoría absoluta de los populares en la cámara permitió al vicepresidente de Alberto Núñez Feijoo sucederle en el cargo, tras una larga segunda sesión de investidura en la que los tres grupos parlamentarios gozaron de prácticamente una hora, en dos turnos, para debatir.

Se convierte en el cuarto presidente del PP al frente de la Xunta, gobernada siempre por estas siglas salvo en dos ocasiones, cuando los socialistas Fernando González Laxe (1987-1990) y Emilio Pérez Touriño (2005-2009) accedieron a la Presidencia. Hace justo cuarenta años, Gerardo Fernández Albor tomó posesión como el primer presidente de la Galicia autonómica, tras los mandatos de José Quiroga y Antonio Rosón, ambos de la desaparecida UCD.

TINO VIZ

El 22 de enero de 1982, el médico Gerardo Fernández Albor (1917-2018) juró el cargo como primer presidente de la Xunta. Se licenció en la Universidad de Santiago en Medicina, su gran pasión, que interrumpió en la convulsa década de los treinta para pasar unos 18 meses entrenándose como piloto en la Alemania nazi. En su faceta de diputado europeo en Estrasburgo, décadas después, fue condecorado en ese país por su contribución -como presidente de una comisión especial- a la reunificación germana llevada a cabo bajo el mandato de Helmut Kohl. 

Galleguista y liberal, en contacto con importantes intelectuales como Domingo García-Sabell en los años 50 y 60, Albor entró en política en 1981 de la mano de Manuel Fraga, convirtiéndose a partir de entonces en uno de los principales referentes de la formación (primero AP y luego PP) en Galicia. El doctor encabezó la candidatura de AP en A Coruña en las primeras elecciones autonómicas celebradas en el mes de octubre de 1981. En enero, el Parlamento le eligió como primer presidente de la Xunta. Entre sus principales apuestas, avanzar hacia un mayor autogobierno para la comunidad, impulsar las obras de la sede del Gobierno gallego en San Caetano y la creación de la Compañía de Radio Televisión de Galicia.

Fernando González Laxe dirigiendose desde el estrado en su intervención en el Parlamento de Galicia a Gerardo Fernández Albor como presidente de la Xunta
Fernando González Laxe dirigiendose desde el estrado en su intervención en el Parlamento de Galicia a Gerardo Fernández Albor como presidente de la Xunta TINO VIZ

Hace 35 años, Fernando González Laxe (1952) fue nombrado presidente de la Xunta de Galicia tras prosperar la primera, y hasta ahora única, moción de censura en el Parlamento. La caída de Albor se produjo gracias a la dimisión en bloque que le presentaron su vicepresidente, Xosé Luís Barreiro, y otros cinco conselleiros. Tuvo lugar en un clima político muy inestable, con el presidente de la Xunta prácticamente incomunicado de la mayoría de conselleiros y asesores. El cambio se antojaba inevitable. 

Barreiro había abandonado Alianza Popular e ingresó, previo paso por la efímera Unión Demócrata Galega, en la galleguista Coalición Galega, que entonces vivía su apogeo y que lo convirtió en secretario general. Las negociaciones con el PSdeG en Os Tilos dieron con una mayoría parlamentaria suficiente para promover una moción de censura y derrocar al Gobierno de Albor, si bien la maniobra fue criticada desde la dirección del partido en Madrid.

Manuel Fraga junto a Fernando González Laxe, Victorino Núñez, Joaquín Almunia y Domingo García-Sabell
Manuel Fraga junto a Fernando González Laxe, Victorino Núñez, Joaquín Almunia y Domingo García-Sabell TINO VIZ

Manuel Fraga (1922-2012), recién cumplidos los 67 años, quemaba a finales de los ochenta sus últimos cartuchos como político aspirando a ganar sus primeros comicios democráticos, los terceros que se celebraban en una Galicia que todavía se estaba acostumbrando al sistema autonómico —la participación siguió sin alcanzar entonces el 60 % del censo—. El Partido Popular estrenaba siglas en 1989 repitiendo coalición con Centristas de Galicia, que dos años después acabaría siendo absorbida por los populares.

En aquellas Navidades de 1989 culminaba la llamada operación Baviera, trazada a imagen y semejanza de la esbozada por el democristiano Franz Joseph Strauss, que se refugió en el Gobierno de su Baviera natal tras una accidentada carrera política a nivel federal en la entonces RFA. Como a Strauss, las urnas tampoco le sonreían al exministro de Franco en España. El candidato obtuvo la primera mayoría absoluta de la corta historia autonómica gallega, con más de 580.000 votos, unos 60.000 más que los conseguidos por Gerardo Fernández Albor cuatro años antes. 

Los resultados permiten a Fraga impulsar una reforma electoral que eleva el mínimo de votos para entrar en el Parlamento. En 1993, el umbral necesario para obtener representación en la cámara pasa del 3 % al 5 % de los sufragios. La decisión sirve para eliminar los grupos minoritarios en el Pazo do Hórreo, sede del legislativo desde 1989, y fijar así el sistema tripartidista durante veinte años, hasta la irrupción de Alternativa Galega de Esquerdas en el 2012.

Los comicios de 1989 fueron también el inicio de una serie de mayorías absolutas, que alcanzaron su cénit ocho años después, al superarse por primera y única vez la barrera de los 800.000 votos. El Partido Popular se convirtió en la formación hegemónica del panorama político gallego durante la era de Manuel Fraga, interrumpida en el 2005 tras perder unos 40.000 sufragios y quedarse a un diputado de su quinta mayoría absoluta.

Emilio Pérez Touriño y Anxo Quintana, en el Parlamento
Emilio Pérez Touriño y Anxo Quintana, en el Parlamento XOÁN A. SOLER

En el 2005 llegó el bipartito de PSdeG y BNG, con el presidente Emilio Pérez Touriño (1948) y el nacionalista Anxo Quintana (1959) como vicepresidente. Los socialistas aprovecharon el efecto de José Luis Rodríguez Zapatero en la Moncloa y el desgaste de quince años de Gobierno de Manuel Fraga, agravados tras el desastre del Prestige.

Doctor en Ciencias Económicas por la USC, Touriño fue profesor en la universidad entre 1973 y 1985, además de vicerrector para Asuntos Económicos. A mediados de los setenta, Touriño se afilió en el Partido Comunista tras años de militancia estudiantil. Tras quince años como alto cargo del PSdeG, se presentó como candidato a la Xunta por segunda vez y logró convertirse en el primer presidente socialista votado en las urnas.

En la sesión de investidura anunció su intención de impulsar en seis meses la reforma del Estatuto, un texto que debía definir «o ser de Galicia» y llevar a la comunidad por el camino de la convergencia con España y Europa, pero el proyecto no prosperó. El bipartito no logró revalidar su victoria en el 2009, dando paso al regreso al Gobierno del PP de la mano de Alberto Núñez Feijoo. 

Carteles electorales de Feijoo en la campaña del 2009.
Carteles electorales de Feijoo en la campaña del 2009. xoan carlos gil< / span>

En junio del 2005, cuando la coalición formada por el PSOE y el BNG lo desalojó de la Xunta, Manuel Fraga se retiró a su residencia de Perbes para afanarse en la tarea, tantas veces aplazada, de su sucesión en el partido. En enero del 2006, cedió el testigo a Alberto Núñez Feijoo (1961), que tres años después recuperó la Xunta con la primera de las cuatro mayorías absolutas que lo mantuvieron como presidente. 

Feijoo se licenció en Derecho en la Universidade de Santiago y, desde 1985, es funcionario -en excedencia- del Cuerpo Superior de la Administración de la Xunta. Ocupó su primer cargo institucional en 1991, como secretario xeral técnico en la Consellería de Agricultura, y tres meses después lo haría en la de Sanidade, de la mano de José Manuel Romay Beccaría, su mentor político. Fue reclutado por Jose María Aznar para dirigir primero el Insalud y luego Correos, hasta que regresó a Galicia para refundar el PPdeG tras la era Fraga.

Suele recordar que votó al socialista Felipe González en 1982, y que volvería a hacerlo. Se afilió al PP pasados los cuarenta y presidió el partido en Galicia durante los últimos 16 años. Ahora cede su testigo a Alfonso Rueda y, tras la dimisión como diputado que hará efectiva esta semana, pone rumbo a Madrid como presidente nacional del Partido Popular y futuro senador por designación autonómica.