Las restricciones por la sequía afectan ya a casi 350.000 gallegos

JORGE NOYA BOTANA / MARCOS GAGO / R. S. LA VOZ

GALICIA

Una vecina de Baltar (Ourense), donde hay cortes de agua por el día, sirviéndose de calderos.
Una vecina de Baltar (Ourense), donde hay cortes de agua por el día, sirviéndose de calderos. Santi M. Amil

Casi cuarenta municipios aplican ya medidas, limitando a lo esencial el uso del agua para evitar que la situación empeore. El área de Pontevedra es la más castigada debido al bajo caudal del río Lérez

04 ago 2022 . Actualizado a las 17:49 h.

Hace ya tiempo que no se recordaba en Galicia una sequía como la que se sufre este verano. El último episodio importante de escasez de agua se dio entre el 2016 y el 2018 y fue el más grave de la serie histórica. Ahora, las prealertas por sequía decretadas en la demarcación Galicia-Costa, agravada en la cuenca del Lérez con la declaración de prealerta por sequía prolongada, hacen temer que se repita la situación vivida hace cinco años y que se extendió hasta el otoño. Para minimizar el impacto de la falta de agua, que preocupa sobre todo en las provincias de Pontevedra y Ourense, los concellos trabajan en medidas de prevención y en varios casos aplicando límites al consumo. Hay unos 345.000 gallegos (sin contar visitantes), repartidos en casi 40 municipios, que ya sufren alguna medida de control.

cortes de agua

En horario nocturno. El concello de Paderne hizo saltar las alarmas el pasado mes cuando decidió cortar durante 32 horas el suministro de agua debido a un consumo excesivo en actividades no domésticas. Fue un solo día, pero sirvió de alerta. No es un caso único. En Ribadavia han decidido cortar el suministro por la noche en todo el municipio. Se suma así a Coristanco, que corta el agua en algunos puntos entre la medianoche y las 6 horas como «medida de prevención», según el alcalde. A este extremo ha llegado también Ponte Caldelas, donde se limita durante la noche la traída procedente de cinco puntos. Y Meis (Pontevedra), donde algunos vecinos se quedan sin agua al cortarse el suministro procedente de un depósito. En Baltar (Ourense) hay parroquias que sí sufren cortes durante el día.

menos presión

Cisternas para abastecer. El bajo caudal de los ríos lleva a recurrir a medidas como las del 2017. En Ribas de Sil (Lugo), el nivel del río ha bajado mucho y el alcalde describe la situación como un «problema importante». Algunas parroquias han necesitado cisternas para abastecerse, algo que ha sucedido también en el concello pontevedrés de A Estrada, donde a mediados de julio se recurrió a varios camiones cisterna para paliar la escasez en la parroquia de Codeseda. En Silleda también se sufre la baja presión del agua y algunos vecinos se han encontrado estos días con sus pozos secos.

solo uso esencial

Riegos prohibidos. Más allá de recomendar un uso responsable del agua, varios concellos restringen ya el agua para lo esencial. Donde más lejos se ha llegado es en la provincia de Ourense: Boborás y Baltar amenazan con multas a quien utilice el agua para regar el jardín, llenar la piscina o lavar el coche. Son actividades prohibidas también en Xinzo de Limia, donde han dejado de baldear las calles al igual que en otros municipios como Lalín. Los caudales están allí un 25 % por debajo de los valores habituales en esta época. Otros concellos, como Cabanas, han aplicado medidas similares en las últimas horas. En O Barco se corta desde hoy el agua para los riegos y las fuentes durante tres días. Y Celanova limita la traída para un uso exclusivamente doméstico. Las restricciones afectan también a ciudades como Pontevedra, Vigo y Lugo, que se han unido a municipios más pequeños y han limitado el baldeo de calles.

SECTORES ECONÓMICOS

Parones de actividad. La sequía impacta también en lo económico. Al parón de Ence en Pontevedra se le suma la situación de varias empresas en Ponte Caldelas que han paralizado su actividad en el polígono de O Campiño. En Cabanas, el alcalde ha pedido también a empresas e industrias «minimizar o consumo e facer un uso responsable».

piscinas y playas

Duchas apagadas. En zonas costeras, las medidas de ahorro se centran en las playas. El último en tomar medidas ha sido Miño, donde las duchas y los lavapiés de los arenales están cerrados desde el domingo. Es la primera de las medidas implantadas en este concello, donde el alcalde es tajante: «Nos han recalcado que vienen tiempos duros y vamos a tomar decisiones para minimizar el gasto de agua». Sigue el ejemplo de Cangas, Baiona, Nigrán o Sanxenxo. Otros recomiendan a los vecinos limitar también el llenado de sus piscinas, para lo que se necesitan cerca de 50.000 litros.

concienciación

Para evitar medidas. Los concellos de las zonas menos afectadas buscan evitar que la situación empeore y reclaman a la población un uso responsable con gestos como revisar fugas, reducir la frecuencia en la que se lava el coche o cortar el agua si se deja la casa por vacaciones.

La fuente de la Alameda de Marín está sin agua.
La fuente de la Alameda de Marín está sin agua. MARIA ARAGON

Pontevedra y todo su entorno, el área más castigada por el bajón del río Lérez

La cuenca del Lérez es la más afectada por la escasez de agua en Galicia, y la falta de previsión de lluvias en el horizonte ha forzado a tomar medidas excepcionales a los concellos de Pontevedra, Marín, Bueu, Poio y Sanxenxo, así como a la propia Xunta. El Lérez está en situación de prealerta por escasez de agua.

Todos los municipios implicados han pedido, a través de bandos y llamamientos en las redes sociales municipales, a vecinos y visitantes que reduzcan el consumo de agua, prohibiéndose lavados de coches, rellenos de piscinas y cuestiones semejantes. En el caso de la ciudad de Pontevedra, que celebrará en unos pocos días sus fiestas de la Peregrina, el equipo de gobierno anunció ayer que reducirá en un 60 % el gasto del agua en el baldeo de las calles y plazas en los días de los festejos.

La edila del Ciclo da Auga, Carme da Silva, explicó que en un verano normal se gastan unos 42.000 litros de agua al día en limpiar las calles, pero indicó que este mes solo serán 15.000 litros, que se aplicarán en las zonas más importantes. «É unha redución drástica, pero que asegura o bo estado das rúas e prazas nuns intres cun alto volume de xente e visitantes en todos os puntos da cidade».

Otra consecuencia relevante en la comarca ha sido el cese temporal de la actividad de la factoría de Ence en Lourizán, que ya lleva dos semanas parada, desde que la Xunta detectó que el caudal ecológico del río Lérez estaba en riesgo por la falta de precipitaciones. La fábrica de Lourizán utiliza una captación propia en el río, al disponer de una concesión. Los trabajadores se encuentran ahora acogidos a un ERTE.

Por su parte, la Xunta explicó que se está utilizando el agua embalsada en las seis centrales hidroeléctricas de este río para irla liberando poco a poco y así garantizar que el Lérez se mantenga dentro del caudal ecológico. Augas empezó ayer, con el auxilio de drones, el estudio de la calidad del agua de la cantera embalsada de Ventoxo, en Forcarei, a fin de comprobar si ese agua es potable y si es compatible con la fauna del Lérez. En caso de que sí lo sea se hará un trasvase de emergencia para reforzar al río a finales de este mes.

En Sanxenxo se tomó el miércoles la decisión de cerrar la piscina de Baltar, en Portonovo, así como suspender el riego de los campos de fútbol. El riego de parques y el baldeo de calles se podrá continuar con la recogida de la fuente de Fontoira, un manantial muy concurrido por los vecinos y cuya agua sobrante se almacena en un aljibe. En Marín ya no hay agua en las fuentes de los parques, se suprimen los baldeos de calles y se refuerza el caudal que le llega desde el Lérez por tubería con el sobrante de las minas de la Escuela Naval.

Con información de las delegaciones de La Voz de Galicia