Habrá incentivos económicos y laborales para los médicos que sean tutores mir

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

XOAN A. SOLER

El Sergas quiere ampliar así la red de formadores, sobre todo en familia

03 feb 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Uno de los problemas con los que se encuentra el sistema público de salud de Galicia para formar a médicos de familia es que menos del 25 % de los centros de atención primaria cumplen con los requisitos que establece el Ministerio de Sanidad para acoger a residentes. Solo un centenar de los más de 460 ambulatorios están acreditados, por lo que la Consellería de Sanidade lleva años reclamando al Gobierno central que flexibilice estos criterios y permita formar a nuevos médicos en más centros.

Para eso es preciso contar con más tutores, por lo que la Xunta aprobó ayer, en la última reunión del Consello, un decreto, que debe pasar ahora por el trámite del Consello Consultivo, en el que establece una serie de incentivos para los sanitarios que se impliquen en la formación sanitaria especializada (FSE). El conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, explicó estas mejoras, que se aplicarían ya este próximo mes de mayo, cuando se incorpore la nueva promoción de residentes.

En la comunidad gallega hay casi 900 médicos que son tutores mir de todas las especialidades, de los que 350 forman a residentes de familia. El Sergas no ha pensado en una cifra concreta de cuántos quiere incrementar, pero sí que haya más, «e recoñecer aos que están», señaló Comesaña. Las medidas que incorpora el decreto son de carácter organizativo, económico y de promoción laboral. Se reservará tiempo específico en la agenda del tutor para el ejercicio de sus funciones docentes; se establecerá formación específica a mayores; habrá prioridad para este personal en actividades de formación y tendrá puntuación adicional en los baremos de ofertas públicas de empleo y concursos de traslados. Incluso se podrán reservar plazas específicas para ellos, por ejemplo, si se ofrece una vacante en un centro de salud, incluir como requisito que el médico sea tutor o que va a acreditarse para ello.

El tiempo del que podrá disponer el médico para estas funciones docentes no es muy elevado, tres horas por residente al mes, aunque se ha incrementado con respecto al borrador inicial, que solo recogía dos horas. En cuanto a las retribuciones económicas, los incentivos serán indirectos y solo para la especialidad concreta de medicina de familia, ya que escalarán antes en la carrera profesional, lo que, en la práctica, implica un aumento salarial.

Las próximas jubilaciones

La necesidad de tutores es también consecuencia de la próxima jubilación de muchos facultativos que ejercen como tal, sobre todo en el caso de los especialistas de familia. El conselleiro de Sanidade no dio el dato de concreto de cuántos facultativos formadores se irán en los próximos años, pero admitió que en primaria, «o cadro de persoal ten unha porcentaxe alta de médicos que roldan a xubilación, froito desa entrada tan grande de persoal hai trinta anos».

Tanto el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, como el conselleiro insistieron en que Galicia está haciendo los deberes para facilitar la formación de médicos residentes, por lo que reclaman al Gobierno central que haga lo mismo. En concreto, flexibilizando los requisitos para acreditar centros que puedan albergar a los mires, una petición conjunta tras la que se llegó a un acuerdo con el ministerio en el año 2018, «e pasaron case cinco ministros e aínda a semana pasada recibimos un borrador que parece que mantén todos os atrancos», lamentó Comesaña.

Galicia oferta en la convocatoria de formación sanitaria especializada del 2023 un total de 620 plazas de todas las categorías sanitarias y especialidades, un 14 % más que en el 2022. De ellas, 207 son de medicina de familia, 65 más que el pasado año. En este 2023, señalan, se han realizado «dous grandes esforzos»: económico, con 69 millones de presupuestos para toda la formación sanitaria especializada, y de recursos humanos.

La Xunta sigue demandando, al igual que colegios médicos y sociedades científicas, que se cree la especialidad de urgencias y emergencias para evitar que los residentes de familia huyan a estos servicios, y que se modifique el sistema de elección mir, que desde la pandemia es telemático y provoca que queden plazas vacantes, como las más de 200 en el 2022 en toda España.