Feijoo: «No voy a insultar a Pedro Sánchez porque ya se sobran sus ministros y no sería capaz de insultarle mejor»

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago SANTIAGO

GALICIA

El presidente del PP vuelve a Galicia para cerrar un acto con 4.000 asistentes en Santiago en el que Alfonso Rueda denunció que el Gobierno hace «oposición a Galicia» para desgastar a su predecesor

25 feb 2023 . Actualizado a las 17:59 h.

En un sábado congelado de febrero, a tres meses todavía de las elecciones y con temperaturas de un dígito, el PPdeG ha reunido a más de 4.000 personas en el multiusos Fontes do Sar de Santiago para presentar a sus 313 candidatos a las alcaldías de Galicia. Demostración de fuerza y aviso a navegantes de que los populares van a pelear las mayorías absolutas en las ciudades, los pueblos, las villas y hasta «os ferrados» como advirtió con estilo churchiliano su candidato en la capital gallega, Borja Verea, que inauguró el acto y habló en representación de la provincia de A Coruña y de los alcaldables de las siete urbes. Le siguieron Sabela Fole, cabeza de lista en Cambados y representante de Pontevedra; José Luis Gavilanes, regidor de Xunqueira de Ambía desde 1979 que optará a la reelección, delegado de Ourense; y la jovén Nicole Grueira, representante de Pontevedra, que se presenta por Pol y es la primera candidata nacida en este milenio.

Después de ellos subió al escenario Alfonso Rueda, seguro de que la victoria del PPdeG en las municipales impulsará la de Alberto Núñez Feijoo en las generales. Rueda empezó ironizando sobre los «turistas electorais», los ministros que vienen a Galicia a decir «que Feijoo non vale porque é galego» y a explicar la gestión que hicieron sus gobiernos. Sobre la gestión del Ejecutivo central, el presidente de la Xunta advirtió que «así non podemos seguir» y denunció que para «facer oposición a Feijoo fanlle oposición a Galicia, queren que non gañe Galicia». Lamentó además que vengan «cargos do PSOE que non sabemos quen son», en referencia al secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, a decir que la Xunta quiere declarar la independencia por reclamar la gestión del litoral gallego «cando vemos como tragan noutros sitios cousas insoportables». Rueda, que recordó el parón de los fondos Next Generation o el retraso de los trenes Avril, se preguntó «como pode ser que se atrevan a vir aquí a dicirnos o que temos que facer ou a dicirnos quen é Alberto Núñez Feijoo? Para isto tamén son as eleccións», dijo apelando de forma indirecta al voto de castigo.

Rueda criticó a un PSOE que «perdeu o respecto absolutamente a Galicia» y un BNG «que lle di a todo que si aínda que prexudique» a la comunidad. Está seguro de que los cabezas de lista de ambos partidos renegarán de su apoyo al Ejecutivo de Madrid. Una situación que comparó con la de los candidatos del PP, que «non representan a pequenos partidos sin ideoloxía que ofrecen os seus votos ao mellor postor». Dirigió además dos pullazos a los líderes de la oposición. No nombró a Valentín González Formoso, secretario general de los PSdeG y alcalde de As Pontes, pero saludó a María del Carmen Dopico, cabeza de lista del PP en esa localidad, y señaló que debe ser la única candidata que aún no sabe quién será su oponente, ya que Formoso aún no ha aclarado si se presentará. También comparó la gestión de sus oponentes ahora y en el bipartito, en ambos casos aquejada de problemas que «pasan co BNG de Ana Pontón e pasaban, xa e casualidade, co BNG de Ana Pontón. Que xa estaba aí».

Xoán A. Soler

Cerró el acto Alberto Núñez Feijoo, quien en el mismo escenario, hace un año, anunció que se presentaría a la presidencia del PP nacional. Entonces dijo que no daba ese paso para «insultar a Pedro Sánchez, sino para ganar a Pedro Sánchez». Hoy repitió el compromiso, e ironizó con que no va a insultar a Sánchez porque para eso «se sobran los ministros» y además «no seria capaz de insultarle mejor que los ministros».

Feijoo lució la fortaleza de su partido en Galicia, y dijo estar seguro de que Sánchez, aún con el Falcon y con los figurantes, «no es capaz de llenar un recinto en Galicia con más de 4000 personas a tres meses de las elecciones». De nuevo tiró de ironía para añadir que el presidente «últimamente se dedica a hacer trenes sin hablar con los ingenieros», en referencia a los problemas de diseño de las máquinas destinadas a Asturias y Cantabria, y dijo a Rueda que «si le encargas a Ethel [Vázquez, conselleira de Infraestruturas] un proyecto, no te hace el ridículo que han hecho los de Renfe». Se refirió además a los «insultos» que le lanzan desde otras bancadas, y consideró que son un «buen augurio» porque ya los recibió de socialistas, nacionalistas y «eso que llaman el espacio de Yolanda» durante sus 16 años de mayorías absolutas en Galicia.

Pero más allá de los lanzazos dialécticos a sus rivales, insistió en que el relevo en Galicia fue un éxito, «o que fixemos hai un ano en Galicia está ben soldado e construido», y en dibujar un proyecto de futuro para España que permita «olvidar esta pesadilla y construir país», devolviendo el respeto a las instituciones, recuperando el espíritu de la Transición y cumpliendo la Constitución, con una política que no consista en «dividir a los ciudadanos en dos bloques, sino en unirlos detrás de un país, una bandera y una historia».