Cae una organización de narcotraficantes que intentó meter 650 kilos de cocaína en Vigo

Javier Romero Doniz
JAVIER ROMERO VIGO / LA VOZ

GALICIA

Forro verde y entre bananas: La cocaína confiscada la semana pasada tenía el mismo envoltorio que otra decomisada en octubre del 2020 en el puerto de Marín (en la imagen de la izquierda), y se camuflaba también entre bananas. La aprehendida en Vigo llevaba, además, marcado en blanco un símbolo con una cabeza de caballo y una herradura
Forro verde y entre bananas: La cocaína confiscada la semana pasada tenía el mismo envoltorio que otra decomisada en octubre del 2020 en el puerto de Marín (en la imagen de la izquierda), y se camuflaba también entre bananas. La aprehendida en Vigo llevaba, además, marcado en blanco un símbolo con una cabeza de caballo y una herradura

La droga llegó al puerto la semana pasada en un contenedor con cajas de bananas que ya estaban vigilando la Policía Nacional y el Servicio de Vigilancia Aduanera; Damián Rodríguez, de Málaga, está considerado el líder de la trama, pero logró escapar antes de ser arrestado en la ciudad andaluza

05 may 2023 . Actualizado a las 00:23 h.

El buque portacontenedores Enforcer, con bandera de los Países Bajos, cruzó el Atlántico el mes pasado para recalar en la Península. Vigo era su primer destino. Allí, el 25 de abril, descargó al menos un contenedor con 14 palés de cajas con bananas. Dos de ellos, en la fila cuarta y quinta del recipiente frigorífico, incluían 325 kilos de cocaína cada uno.

La llegada del contenedor llevaba semanas en el punto de mira de la Policía Nacional y del Servicio de Vigilancia Aduanera por la relevancia de la organización importadora, y en concreto por el considerado como su líder, Damián Rodríguez, nacido en Málaga, pero con múltiples contactos en Galicia. Por sus antecedentes, está considerado uno de los grandes narcos del país en su especialidad: la importación de cocaína, siempre de Colombia, siempre en contenedores y siempre a través de puertos españoles. Un experto, junto al resto de su banda, en buscar grietas para burlar los controles de seguridad portuarios y sacar mercancías millonarias sin llamar la atención.

La investigación fotografió la descarga del contenedor llegado al Puerto de Vigo la semana pasada, y lo siguió hasta la nave con un escáner para detectar mercancías ilícitas y ocultas. Un mero trámite. Los cuerpos policiales ya sabían que no todo era fruta en el interior. Se confirmó la presencia de 650 kilos de cocaína, se simuló que todo estaba en orden, y se depositó el contenedor en la zona habitual para que un transportista lo recogiera sin sospechar nada. Empezaba la vigilancia controlada para caer sobre los receptores.

Nadie dentro de la organización afincada en Málaga y atribuida a Damián Rodríguez, que asumía la importación de este porte valorado en 16 millones de euros, imaginó que llevaban meses tratando con agentes infiltrados autorizados por la Fiscalía Antidroga de la Audiencia Nacional. Los traficantes solo se percataron al verse detenidos y esposados, y lo constataron al conocer el contenido de las diligencias a sus representantes legales. Pero de los nueve objetivos policiales, el considerado líder, Rodríguez, logró fugarse en Málaga y está en paradero desconocido desde entonces. Los 650 kilos de cocaína apresados suponen el epílogo de esta operación policial y la puntilla a la organización desmantelada, con ocho apresados.

Vigilancia y captura

El contenedor, tras pasar por el escáner, permaneció vigilado desde las 9.45 horas del 25 de abril hasta la madrugada siguiente. A las 4.45 horas, buscando la complicidad de la noche, hizo acto de presencia un transportista al volante de un camión. Cargó el contenedor preñado de cocaína, sin saber que lo vigilaban, y abandonó el puerto para desplazarse a una nave ubicada en el camino de Os Muíños, en Camposancos, Vigo.

El conductor accedió al inmueble, estacionó y apagó el motor del vehículo. Frente al contenedor esperaban algunos de los vigilados por la policía. Lo primero fue constatar que la cocaína estaba en su sitio. 650 paquetes forrados de plástico verde con el mismo sello distintivo impreso en color blanco en todos: la cabeza de un caballo rodeado por una herradura. Lo siguiente fue trasvasar los palés a un remolque frigorífico anclado a otro camión para viajar por carretera a Málaga, cuna de la organización y ciudad de residencia de siete de los nueve investigados.

El trabajo concluyó a las 6.30 horas. Solo faltaba completar los 960 kilómetros que distan entre Vigo y la ciudad andaluza siguiendo la ruta más corta, por Madrid. Falta por saber si optarían por elegir carreteras de Portugal para sortear controles policiales. Sí se sabe que la organización tomó precauciones al planificar el desplazamiento por carretera. Incluso plantearon crear un grupo en Telegram para que los implicados en la custodia del alijo estuvieran en contacto permanente. A mayores, diseñaron labores de contravigilancia. Al menos un coche circularía por delante del camión para alertar de posibles controles de tráfico o policiales.

Planes y más planes que los traficantes no consumaron. A las 6.45 horas, los investigadores cayeron sobre casi todos los objetivos policiales y confiscaron el alijo. Solo Damián Rodríguez logró esquivar a los agentes. Está en busca y captura desde entonces, y es un objetivo policial prioritario. La investigación, aunque sumaba meses de recorrido en la Audiencia Nacional, acabó en el Juzgado de Instrucción número 1 de Vigo, de guardia la semana pasada. La jueza titular decretó prisión provisional para cuatro de los ocho detenidos por tráfico de drogas e integración en organización criminal.

Colombia confiscó en marzo otros 1.300 kilos de cocaína que se atribuyen a este narco gallego

Los seguimientos a la organización atribuida a Damián Rodríguez se remontan a mediados del 2022. La Policía Nacional inició la investigación, y con el tiempo se incorporó el Servicio de Vigilancia Aduanera. Pero también la agencia antidroga DEA de los EE.UU. y la Policía Nacional de Colombia.

El pasado marzo, en Colombia, se decomisaron 1.300 kilos en un contenedor que, de haber zarpado, acabaría en Vigo. Ocurrió en Cartagena de Indias. Una inspección previa, en el puerto, interceptó la mercancía antes de zarpar. El sumario judicializado en Vigo contra Rodríguez y su organización revela que aquellos 1.300 kilos eran para este arousano afincado en Málaga. Al igual que el alijo requisado la semana pasada en Vigo, la droga se camufló entre bananas.

Los muñidores de la operación planearon surcar el Atlántico a bordo del portacontenedores Olivia I, con pabellón de las Islas Marshall. La droga se introdujo cerca de la ciudad de Santa Marta, donde la organización proveedora cuenta con centros de acopio de droga procedente de laboratorios ubicados en las regiones de Norte de Santander y de Cauca, explica la Policía Nacional de Colombia. 

Los 1.300 kilos aprehendidos en Colombia suponen solo uno de los siete alijos requisados desde septiembre con destino final en Vigo. Algunos, al igual que el de Cartagena, se localizaron antes de zarpar desde Sudamérica. El primero se cogió en Guayaquil, Ecuador, en septiembre del año pasado, y pesaba 28 kilos. Al mes siguiente, en Vigo, se interceptaron otros dos procedentes de Ecuador: pesaban 28 y 45 kilos. En febrero de este año, procedentes de Natal, Brasil, se confiscaron 23 kilos. En marzo, llegados de Ecuador, se hallaron otros 50 kilos. El último, la semana pasada, pesó 650.