El alto nivel de vida delató a los cabecillas de la trama de prostitución desarticulada en abril en Santiago

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Efectos intervenidos en los registros efectuados en el marco de la operación policial
Efectos intervenidos en los registros efectuados en el marco de la operación policial

La Policía Nacional ha dado algunos detalles de la operación, que estuvo bajo secreto de sumario y que llevó a prisión a tres de los detenidos

28 jul 2023 . Actualizado a las 18:34 h.

Una amplia investigación y un importante dispositivo policial, coordinado por la Brigada de Extranjería de Santiago y con participación de distintas unidades de la Policía Nacional de Santiago y Madrid, culminó a finales de abril en la operación que desarticuló un grupo organizado dedicado a la prostitución, tráfico de drogas y blanqueo de capitales. Tal y como explicaba en La Voz el periodista Xurxo Melchor, su epicentro era el club de alterne San Lázaro 2, ubicado en la parroquia compostelana de San Marcos, regentado por el empresario Ricardo Calvo Covas.

La operación estuvo bajo secreto de sumario. Ahora, tres meses después, la Policía ha emitido su primera nota de prensa oficial sobre lo sucedido, contabilizando ocho detenidos, tres de los cuales ingresaron en prisión. En ella explica que las investigaciones comenzaron en el año 2022, cuando se tuvo conocimiento de que en el citado club de alterne se estaba obligando a mujeres a prostituirse, a través de coacciones, amenazas e incluso llegando a las agresiones físicas.

En una primera fase de la investigación, se averiguó que la organización se quedaba con gran parte de lo pagado por los servicios, generando grandes beneficios para los cabecillas. También se detectó que los encargados del club vendían sustancias estupefacientes.

Con el avance de las pesquisas se pudo comprobar el alto nivel de vida que llevaban los líderes del entramado, gracias a los elevados beneficios por la prostitución y el tráfico de drogas. El dinero obtenido lo blanqueaban adquiriendo numerosas propiedades, tanto en España como en el extranjero.

Así las cosas, se preparó el amplio dispositivo policial que procedió a registrar el club y también cuatro domicilios de los principales investigados. Lograron intervenir 40.000 euros en efectivo, una máquina contadora de billetes, cuatro vehículos de alta gama, 16 gramos de cocaína y numerosos teléfonos móviles. Fueron detenidas ocho personas, que pasaron a disposición del Juzgado de Instrucción número 2 de Santiago, y se decretó el ingreso en prisión de los tres principales responsables del grupo criminal. Se les imputan delitos relativos a organización criminal, prostitución, tráfico de drogas, contra los derechos de los trabajadores y blanqueo de capitales.

El empresario detenido

Según la información del periodista Xurxo Melchor, el principal investigado fue el empresario Ricardo Calvo Covas, que regentaba el club de alterne, cerrado y precintado a raíz de esta operación policial, tras llevar más de dos décadas funcionando ininterrumpidamente en la carretera N-634, que une la ciudad de Santiago con el aeropuerto de Lavacolla.

No era la primera vez que Calvo Covas tenía problemas con la justicia por su actividad en el club de San Marcos. En 1998, estuvo implicado en la operación Palomar, que le conllevó una condena por seis delitos de prostitución coactiva y otro de inmigración ilegal que, en total, sumaban penas de algo más de quince años de cárcel, además de varias multas por más de 62.000 euros, aunque recurrió la sentencia. En noviembre del 2004, volvió a verse envuelto en otra investigación policial que fue bautizada como Transilvania porque se centraba en las redes rumanas dedicadas a la prostitución en España. Se llevó a cabo de forma simultánea en Santiago y Murcia. El número de detenidos fue de trece y las mujeres que eran víctimas de explotación sexual ascendían a cuarenta, todas ellas de Rumanía. En aquella ocasión Calvo Covas fue puesto en libertad tras ser detenido con la única obligación de acudir periódicamente a los juzgados. Pocos días después, volvió a ser arrestado en el aeropuerto de Lavacolla cuando regresaba de un viaje a Argentina, ya que tenía prohibido salir del país. Esa vez sí, tuvo que pasar un tiempo en una celda en Teixeiro.

Además, Calvo Covas también gestiona un cámping que estuvo vinculado algunas semanas al párking fantasma que opera de forma ilegal en el aeropuerto santiagués, aunque tras su ingreso en prisión su hijo rompió los acuerdos a los que había llegado con el matrimonio que dirige este negocio fraudulento de estacionamiento de vehículos en el entorno de Lavacolla.

Junto con el empresario también fueron arrestados su mujer, su hijo, y un hombre al que la Policía Nacional sitúa como su testaferro, entre otras personas relacionadas con la trama de prostitución, tráfico de drogas y blanqueo.