El presidente de los abogados gallegos: «Llevo 38 años de profesión y creo que la situación actual de la Justicia es de auténtica crisis»

José Manuel Pan
José Manuel Pan REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Augusto Pérez-Cepeda, este lunes en A Coruña.
Augusto Pérez-Cepeda, este lunes en A Coruña. César Quian

Augusto Pérez-Cepeda asegura que las huelgas judiciales están causando estragos y admite que es difícil mantener un despacho abierto

12 sep 2023 . Actualizado a las 08:25 h.

Huelgas, conflictos laborales, reclamaciones de funcionarios, reivindicaciones de los jueces, acumulación de retrasos... No parece que la Justicia esté atravesando su mejor etapa. «Sí, este es un momento crítico», admite Augusto Pérez-Cepeda Vila (A Coruña, 1959), decano del Colegio de Abogados de A Coruña y que acaba de ser elegido presidente del Consello da Avogacía Galega, cargo en el que sucede a Lourdes Carballo Fidalgo, decana de los abogados de Vigo.

—Con esos problemas en la Justicia, ¿es este un momento complicado para los abogados?

—La huelga de los LAJ [letrados de la Administración de Justicia] nos afectó muchísimo, y ahora la de los funcionarios judiciales también, aunque en menor medida en Galicia. Pero en el resto de España esa huelga está haciendo verdaderos estragos. Está siendo muy duro.

—También hay problemas para los abogados del turno de oficio, ¿verdad?

—Con el turno de oficio tenemos un objetivo claro, que es que se paguen todas y cada una de las actuaciones que se realizan. Son muchos los trabajos que hacen los abogados y que si no entran en el baremo y por otros motivos, al final el trabajo se queda sin cobrar. Ya hemos logrado que se actualice el baremo con el IPC, pero tenemos que ir afrontando el día a día y tratando de mejorar el servicio lo máximo posible.

—¿Qué le pasa a la Justicia?

—Creo que el problema más grave que tenemos es que la Justicia está como está, llena de retrasos, una situación que se ha agravado con las huelgas de los LAJ y de los funcionarios, y también con la pandemia. La Justicia ha salido muy noqueada de todo eso.

—¿Hay solución?

—Creo que si se hace un pacto para la Justicia a nivel de toda España se pueden mejorar muchas cosas. Pero hasta ahora no hubo esa voluntad de pacto, y claro, la Justicia es siempre la hermana pobre.

—A su juicio, ¿qué es lo que hay que hacer?

—Más que decir lo que hay que hacer, yo siempre hago la misma reflexión: ¿que tal funciona el Ministerio de Hacienda? Déjele de pagar y verá cómo resuelven rápido. ¿Por qué? Porque en Hacienda tienen medios, porque se paga bien y se exige también. Hay que ponerse a trabajar en serio para solucionar los problemas de la Justicia.

—Dicen también que la Justicia arrastra problemas estructurales y que el sistema está anticuado.

—En algunas cosas, sí. Pero hay que tener claro que la Justicia no se reparte en caliente. Hay que escuchar a la gente, ver las pruebas... Y todo eso lleva un tiempo. Por lo tanto, hay que partir de la base de que para hacer justicia se necesita un cierto tiempo. Las cosas no se juzgan al día siguiente, eso sería una barbaridad. Pero dicho eso, es cierto que Hacienda también instruye expedientes y los resuelve con agilidad. Y no tiene ningún problema.

—Se necesita entonces una Justicia más moderna.

—Hay que modernizar la Justicia a todos los niveles. Pero también hacen falta más jueces, porque la ratio actual es muy baja respecto a la de la Unión Europea. Y hay que comprender, además, que una sociedad moderna necesita una Justicia que sea rápida, porque se generan muchos pleitos y controversias que acaban en los juzgados.

—Algunos expertos aseguran que la Justicia es un enfermo que siempre está en la uci.

—Sí, pero además, esta vez al enfermo le están pisando la sonda. Por eso digo que se necesita un pacto de modernización que contemple sacar adelante todos los atrasos acumulados, crear nuevas plazas de jueces y tomárselo en serio.

—¿Ha vivido alguna situación tan complicada como la de ahora?

—Sinceramente, no. Llevo casi 38 años en esta profesión y he de reconocer que la situación nunca fue buena, pero la de ahora es de auténtica crisis. Los LAJ están disconformes, los funcionarios también, los jueces… Todos están reivindicando mejoras. Y yo digo, ¿por qué no nos sentamos todos y arreglamos esto de una vez? Tiene que haber un pacto a nivel nacional. Hay que sentarse y entender que la Justicia ofrece seguridad jurídica, un aspecto que es fundamental para la economía de un país. Por tanto, ya no es que tengamos un problema solo con la Justicia, sino que hay que entender que una Justicia que funcione genera que la gente de fuera quiera invertir aquí.

—¿Es difícil mantener un despacho de abogados abierto?

—Sin duda, porque de todos estos vaivenes hay compañeros que han salido muy tocados y que están arrastrando muchos problemas.