Dos de cada tres universitarios han sufrido violencia machista o sexual, según una encuesta en 46 universidades de 15 países

Alfonso Torices MADRID / COLPISA

GALICIA

Las cifras se disparan entre las mujeres y los miembros de minorías. El 30 % no identificaron el comportamiento como un acto de violencia

24 oct 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Dos de cada tres empleados o estudiantes de las universidades europeas han sufrido violencia de género al menos en una ocasión desde que comenzaron su trabajo o sus clases. La violencia de género, en este caso, abarca un abanico muy amplio de vejaciones y ataques en el que caben tanto la violencia machista, como la sexual o, incluso, la LGTBIfobia.

Este impactante dato es una de las principales conclusiones de la mayor encuesta sobre violencia de género realizada en los campus y centros de investigación europeos. Dentro del proyecto comunitario UniSAFE se entrevistó de forma anónima a 40.000 miembros de la comunidad académica pertenecientes a 46 universidades de 15 países, entre ellas varias españolas. La segunda gran conclusión del estudio es que no se trata solo de una violencia extendida y normalizada en todos los campus europeos, sino también de una lacra invisibilizada que necesitará de actuaciones firmes y decididas para sacarla a la luz.

El trabajo indica que el 62 % de los consultados han sido víctimas de alguna violencia de género durante su vida universitaria, cifras que se disparan entre las mujeres y entre los miembros de diversas minorías. Hasta el 68 % de los trabajadores, docentes y estudiantes que se identifican como parte del colectivo LGTBI han sufrido esta violencia, seis puntos más que la media. Algo muy similar ocurre con los miembros de minorías étnicas, donde las víctimas suben al 69 %, y el problema todavía empeora entre los discapacitados y enfermos crónicos, que alcanzan el 72 %.

No todos los actos violentos confesados tienen igual gravedad, pero sí describen un panorama alarmante. Las vejaciones o ataques más repetidos, el 57 %, serían violencia psicológica, pero es igual de cierto que uno de cada tres entrevistados, el 31 %, aseguraron haber experimentado en primera persona el acoso sexual o sexista. En menor medida, pero en tasas significativas, el 10 % vieron perjudicado su trabajo o sus estudios por actos de violencia económica, el 6 % fueron víctima de violencia física y un 3 % sufrieron agresiones sexuales.

Lo que sí tienen en común todas estas violencias es la opacidad con que se ejecutan, fruto en muchos casos de las relaciones de poder personales o institucionales en los campus. De los dos tercios de víctimas confesas solo el 13 % se atrevieron a dar el paso y denunciar o al menos comunicar la vejación o el ataque. Además de miedo o del convencimiento de que poner la queja le podía acarrear más disgustos que justicia, un 47 % dijeron que no denunciaron porque no tenían claro que el acto fuese lo suficientemente grave para comunicarlo y el 31 % ni siquiera identificaron el comportamiento como un acto de violencia, lo que delata el alto grado de normalización de esta lacra en escuelas y facultades. Los datos de la macroencuesta se dieron a conocer en el marco de una conferencia internacional de expertos y autoridades para debatir y proponer medidas para prevenir, frenar y castigar las violencias de género en el ámbito universitario celebrada en Bilbao y organizada por el Ministerio de Universidades en el marco de la Presidencia Europea.