La lluvia deja balsas de agua, riadas localizadas e inundaciones por las crecidas de los ríos

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Dos familias tuvieron que ser desalojadas en Vigo después de que un corrimiento de tierras entrase por la terraza de una vivienda y saliese hacia las escaleras

26 oct 2023 . Actualizado a las 18:58 h.

El agua es protagonista de los titulares otra vez este otoño. Tras el paso de Aline la semana pasada, un frente muy activo cruzó este jueves la comunidad y obligó a MeteoGalicia a decretar la alerta amarilla desde la tarde del miércoles a las tres de la tarde de este jueves. La lluvia afectó especialmente al suroeste gallego ya desde la madrugada, y la situación fue mejorando a lo largo del día. Este es un repaso por los sucesos más destacados: 

Tres personas de dos familias de Vigo han tenido que ser desalojadas de un edificio de la calle San Francisco, en el Casco Vello, por un corrimiento de tierras en las obras de urbanización del Barrio do Cura. Un torrente de agua y barro procedente de un talud colindante entró por la terraza de una vivienda, salió por la puerta y bajó por las escaleras. Bomberos y policías locales prohibieron a los vecinos (dos personas del primero y una del segundo) usar el ascensor. También la lluvia impidió aterrizar la pasada noche un avión en Peinador, vuelo procedente de Madrid.

Según avanzaba MeteoGalicia, en Baiona se llegó a 104 litros en doce horas. En Gondomar una veintena de coches quedaron inundados al desbordarse los ríos Miñor y Zamáns, que llegaron a la altura del matadero. No es la primera vez que un exceso de lluvia tiene como consecuencia el desbordamiento de los caudales y los vecinos, tristemente acostumbrados a este tipo de incidencias, alertaron rápidamente a los dueños de los coches, y muchos consiguieron retirar a tiempo sus vehículos. Las grúas no dieron abasto y han trasladado a más de una decena de vehículos a concesionarios y talleres, ya que al tratarse de un daño provocado por inclemencias meteorológicas, deberán tramitar los siniestros con el consorcio de seguros. Los servicios locales de emergencias estuvieron toda la noche en pie para atender las amenazas, como la inundación de un garaje en las inmediaciones del río Miñor.

Por su parte, en O Salnés el suceso más llamativo tuvo lugar en el pabellón de deportes de O Pombal, en Cambados, donde ha sido necesario colocar una lona en un lado de la pista con el fin de frenar la humedad que afecta al recinto y evitar accidentes dado que el suelo está muy resbaladizo. En el mismo concello hubo goteras en el auditorio municipal de A Xuventude, en el anexo de la casa de la cultura de Vilariño y en algún centro educativo, una lluvia que se hizo notar hasta en el cementerio de Santa Mariña, donde una lápida de mármol quedó semihundida al ceder el terreno. En Portonovo el tráfico fue un caos debido a las bolsas de agua  en la rotonda de Baltar.

Las plataformas en defensa de las rías Muros-Noia y Arousa alertaron de la preocupación del sector marisquero de que las intensas lluvias provoquen riadas que lleguen a los bancos marisqueros y destrocen la cosecha.

Más al norte, en Santiago, los conductores enfrentaron la mañana con balsas de agua en la avenida de Lugo con la SC-20, en la AC-50 (entre Lavacolla y Sigüeiro), en la rotonda de Fontiñas hacia Sar y en el polígono del Tambre así como la caída de árboles en el antiguo hospital de Galeras.

De hecho, la Xunta ha activado el Plan Inungal contra posibles desbordamientos de varios ríos al sur de las provincias de Pontevedra y Ourense. Se decidió después de que varias estaciones de las confederaciones hidrográficas Miño-Sil y Duero registrasen niveles del caudal que superaban los niveles normales. En Pontevedra, este aviso por posibles inundaciones afecta a los ríos Tea (municipio de Ponteareas), Louro (O Porriño) y Tamuxe (O Rosal). En la de Ourense, a los ríos Támega (transcurre por varios municipios al sur de la provincia), Caldo (Bubaces, Lobios) y Arnoia (Baños de Molgas). De hecho, este último río a su paso por Allariz dejó varado un microbús escolar; los cuatro estudiantes que viajaban en el vehículo tuvieron que ser rescatador por la Guardia Civil y Protección Civil.

En la Costa da Morte, las lluvias caídas han dado un respiro a los cauces de los ríos y el Anllóns pasa de alerta a prealerta.

A Coruña, por su parte, el agua dificultó la circulación, y en trece días se ha superado la media del mes de octubre, llegando a los 140 litros por metro cuadrado.

Lluvia, y mucha, se concentró ya por la mañana en Xuvia (Narón), donde llevan días sufriendo inundaciones. En la carretera de Castilla, por el entorno de la casa indiana de San Román, el asfalto se ha convertido en un barrizal como cada vez que llueve. Grandes cantidades de agua se estancan en la carretera, tanto en la zona de aparcamiento como en el propio carril de circulación.