El asesino confeso de Elisa Abruñedo se librará de la prisión permanente revisable

Bea Abelairas
Bea abelairas FERROL / LA VOZ

GALICIA

Uno de los casos que lleva el juzgado es el de la muerte de Elisa Abruñedo, por la que se detuvo a Roger Serafín Rodríguez hace unos meses.
Uno de los casos que lleva el juzgado es el de la muerte de Elisa Abruñedo, por la que se detuvo a Roger Serafín Rodríguez hace unos meses. JOSE PARDO

La fase de instrucción del caso cita a los testigos a declarar ante el juez: ayer acudieron los vecinos de la víctima y en breve lo harán las exparejas del acusado

06 feb 2024 . Actualizado a las 17:23 h.

La instrucción del crimen de Elisa Abruñedo, la vecina de Cabanas atacada mortalmente cuando paseaba cerca de su casa en septiembre del 2013, avanzó ayer con las primeras declaraciones de testigos de un caso en el que el acusado, Roger Serafín Rodríguez, ya ha confesado. Este hombre se librará de la prisión permanente revisable, porque, según señalan los abogados de ambas partes, esa pena aún no estaba en vigor cuando se cometieron los hechos, hace diez años.

Los vecinos que encontraron el cuerpo de Elisa fueron los primeros en declarar ayer ante el Juzgado de Instrucción número 2 de Ferrol, que lleva el caso. La semana que viene están citadas dos mujeres que tuvieron una relación sentimental con el acusado, que no está previsto que regrese a este juzgado por ahora. Roger Serafín Rodríguez confesó el 19 de octubre ante la jueza y la fiscala del caso, en la misma sala que declararon ayer los vecinos de Cabanas. Los hijos de Elisa han contratado al despacho de abogados ferrolano Díaz&Rubín, que prepara una acusación con delitos de asesinato y agresión sexual, además de una responsabilidad al encausado.

«Los testigos que van a declarar en esta fase de instrucción son los mismos que ya declararon ante la Guardia Civil. La investigación ha sido laboriosa y compleja, pero finalmente ha dado sus frutos», precisa la letrada Beatriz Rubín. El abogado (del turno de oficio) de Roger Serafín Rodríguez es Juan Pablo Barros y apuntaba que espera que los cargos se queden en homicidio y agresión sexual. Sin embargo, el proceso judicial todavía se encuentra en una fase incipiente y pendiente de muchas acciones, como el análisis de datos de dispositivos electrónicos incautados al detenido. El hecho de que se tardasen diez años en resolver este crimen dificulta todo el proceso.

El vecino de Elisa Abruñedo Delfín Feal declaró en el juzgado.
El vecino de Elisa Abruñedo Delfín Feal declaró en el juzgado. César Toimil

«Levo tres días sen durmir, revivilo todo é moi duro; nestes dez anos non descansamos»

Delfín Feal Pereira fue el primero en declarar ayer en el juzgado de Ferrol que instruye el crimen de su vecina Elisa Abruñedo, cometido en el municipio de Cabanas. Él fue quien encontró el cuerpo y también pudo ser el último que llegó a verla con vida. Por eso, se lanzó a buscarla, porque se percató desde el primer momento de que se había cruzado con ella cuando estaba a unos metros de regresar a su casa. «Eu volvía á casa ese domingo e vina pola cuneta sobre as oito e media: pensei que ía demasiado cerca dos coches, que camiñaba con perigo, por iso cando me dixeron que desaparecera lanceime a buscala por onde a vira, porque pensei que un coche a collera e estaba na cuneta», rememora este vecino de la zona que es veterinario y que ha soportado comentarios maliciosos durante diez años.

«Foi un calvario o que pasei, o que pasamos. Por buscala e atopala, moita xente nos puxo no punto de mira. É inxusto! Se as cousas se fixeran como se debe, a Elisa terían que tela atopado os investigadores, os profesionais, pero houbo desidia e atopámola nós, os que estabamos buscando», explicaba ayer Delfín Feal poco después de ratificar sus declaraciones sobre el caso ante la jueza que instruye el suceso, que se resolvió diez años después del crimen.

Delfín lo cuenta ante su primo, que también prestó declaración en el juzgado ferrolano en la jornada de ayer y era quien que iba detrás de él cuando ambos encontraron el cuerpo de su vecina, un día después de su desaparición.

«Axudei en todo»

«Cando a vin, xa lle dixen que non se acercase, e alertamos á Garda Civil», detalla muy afectado aún por todo lo acontecido. «Levo tres días sen durmir por vir declarar, pero sobre todo levo dez años soportando miradas acusadoras, cando eu mesmo entreguei o meu ADN para axudar na investigación, ofrecín axuda, ata deixei que os investigadores puxeran un aparato na casa para localizar móbiles», insiste este vecino, que fue de los primeros en conocer que el asesino al que los guardias civiles del equipo de homicidios de A Coruña estaban buscando era pelirrojo. «Pasamos anos anotando matrículas, revivilo todo é moi duro, nestes dez anos non descansamos».