Arreglar los 500 kilómetros de carretera más peligrosos de Galicia costará 24 millones

Xosé Vázquez Gago
X. Gago SANTIAGO

GALICIA

Imagen de un accidente de tráfico, en foto de archivo.
Imagen de un accidente de tráfico, en foto de archivo. XOÁN A. SOLER

La Xunta remodelará 130 tramos en los que se han producido casi 1.800 accidentes con víctimas durante el último lustro

20 may 2024 . Actualizado a las 20:51 h.

En los 500 kilómetros más peligrosos de la red de carreteras autonómicas de Galicia se han producido casi 1.800 accidentes con víctimas en los últimos cinco años. Ese medio millar de kilómetros incluye tramos de concentración de accidentes, conocidos popularmente como puntos negros, y trechos de alto potencial de mejora, que son menos peligrosos pero donde es posible reducir la siniestralidad de forma significativa.

El Gobierno gallego aprobó ayer una estrategia para actuar en esas vías que se aplicará de aquí al 2027 y cuenta con un presupuesto de 23,5 millones de euros. El plan es heredero del que ya estuvo activo entre los años 2016 y 2020. Contó con menos fondos, 14,4 millones de euros, pero la Xunta considera que fue efectivo porque se produjo un descenso de más del 59 % en los accidentes con víctimas.

La nueva estrategia de la Consellería de Vivenda e Planificación de Infraestruturas, que dirige María Martínez Allegue, priorizará las intervenciones en 26 tramos de concentración de accidentes que suman 33,7 kilómetros de carretera. Ocho están en la provincia de A Coruña, uno en Lugo y los restantes 17 en Pontevedra. Entre los años 2017 y 2021 se produjeron en ellos 499 accidentes con víctimas.

Cinco de los tramos, situados en las carreteras AC-543, PO-330, PO-331 y dos en la PO-551— ya están en obras. En los restantes 21 puntos se invertirán casi 6,5 millones de euros. Con esos fondos se licitarán diez concursos abiertos de obras y ocho actuaciones menores. Además, en el tramo que comienza a partir del kilómetro 3,5 de la PO-325, se harán reformas aprovechando un proyecto de mejora de la senda ciclista que discurre al lado de la calzada. En otros dos puntos, el que arranca en el segundo kilómetro de la AC-862 y el del primer kilómetro de la PO-315, será preciso acordar las obras con los concellos de Narón y Bueu.

Un tramo de concentración de accidentes es un trecho de un kilómetro de longitud con una siniestralidad mayor que la media. La Xunta emplea el mismo criterio que el Ministerio de Transporte, que basa su cálculo en el número de accidentes ocurridos durante el último lustro teniendo en cuenta la intensidad del tráfico.

El análisis de los siniestros registrados en los últimos cinco años también se utiliza para designar los trechos de alto potencial de mejora, en los que se considera que es posible reducir un 50 % los costes de accidentalidad con mejoras en la infraestructura.

Según los accidentes ocurridos entre el 2018 y el 2022, la Xunta afirma que encajan en esa categoría 109 tramos de carreteras que suman 480 kilómetros, en los que se produjeron 1.290 percances con víctimas.

35 víctimas este año

El grueso de esos tramos, 54 que suman casi 250 kilómetros, están en la provincia de A Coruña. En la de Pontevedra hay 35 con una longitud de más de 138 kilómetros. En la provincia de Lugo hay 13, con 64,5 kilómetros de largo. En Ourense, siete que miden 28 kilómetros. La estrategia de la Xunta incluye una inversión de 17,25 millones para hacer mejoras en los que son más peligrosos.

Aunque la siniestralidad en las carreteras gallegas ha mejorado con respecto a principios de siglo, los informes de la Xunta advierten que es necesario «continuar traballando» porque los datos siguen siendo preocupantes. En el 2022 murieron 90 personas y en el 2023, 88. Pero este año, entre el 1 de enero y el 15 de abril perdieron la vida 23 personas, un 52 % más que en el mismo período del 2023. El Gobierno gallego señala que se ha relajado el cumplimiento de normas básicas como el uso del cinturón de seguridad y el consumo de drogas o alcohol. También se han agravado las distracciones, entre otros motivos por el uso del móvil al volante, que se consideran «causa concorrente» en el fallecimiento de 20 personas este año en colisiones frontales o frontolaterales. Además, la Xunta destaca que se han producido siete atropellos mortales, más de la mitad de los registrados en todo el 2023 a pesar de que estamos a mediados de abril.

De acuerdo a ese tipo de accidentes, el plan de la Xunta no incluye solo mejoras en el trazado de las intersecciones u obras de renovación de pavimentos, señalización o quitamiedos y otros elementos de contención. También se prevén mejoras en la iluminación de los pasos de peatones y glorietas, en las sendas peatonales y los carriles bici, y el acondicionamiento de los márgenes de las carreteras. Además de medidas de calmado del tráfico para controlar la velocidad.