La incautación en Gandía de una narcolancha fabricada en Galicia acaba con tres detenidos

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

La narcolancha intervenida.
La narcolancha intervenida. GUARDIA CIVIL | EUROPAPRESS

Los implicados estaban a las órdenes de un grupo delictivo danés y habían adquirido seis más a través de sociedades instrumentales

19 ago 2024 . Actualizado a las 22:20 h.

La incautación en Gandía (Valencia) por parte de la Guardia Civil de una narcolancha fabricada por una empresa náutica gallega —cuya identidad no ha trascendido— ha permitido detener a tres personas de nacionalidad española y marroquí y se investiga a otras tantas, de nacionalidad danesa y portuguesa. La colaboración con diferentes policías extranjeras ha sido clave.

La operación se inició en el 2023 cuando después de una fuerte marejada en la playa de Ahuir se descubrió varada a la deriva una embarcación de alta velocidad, de doce metros de eslora, provista de dos motores de 300 caballos de potencia y con todos sus sistemas de navegación. El vehículo se localizó sin tripulación y sin sustancias prohibidas, explicó la Guardia Civil. Su servicio marítimo en Valencia trasladó la embarcación al puerto de Gandía, donde fue sometida a una inspección técnica y ocular. Esta narcolancha está valorada en más de 100.000 euros.

Tras meses de investigación, los agentes lograron detectar la identidad de las personas que se escondían detrás de la compra de esta narcolancha y de otras seis de mismas características. Todas ellas habían sido adquiridas a una náutica gallega bajo encargo directo para su fabricación y puesta en funcionamiento.

Las pistas llevaron a Barcelona y Alicante, donde estaban algunos de los miembros de esa organización, que cumplían cometidos específicos en España y estaban a las órdenes de un grupo criminal danés.

La organización creó una serie de sociedades instrumentales que fueron registradas en terceros países de Europa para otorgar su administración a testaferros que poseían identidades ficticias. Los investigadores, con la colaboración de otras policías europeas, demostraron la ausencia de verdadera actividad, organización, infraestructura propia o patrimonio. Todas las sociedades investigadas eran utilizadas como herramienta del delito o para dificultar su investigación.

Para satisfacer el valor de las siete narcolanchas, superior a los 180.000 euros, se utilizó un entramado de cuentas corrientes internacionales, abiertas a nombre de personas físicas y/o jurídicas ubicadas en otras partes de Europa con el fin de operar con múltiples transferencias con las que abonar el valor total de las embarcaciones, ha agregado la Benemérita.

Las embarcaciones eran transportadas en grandes camiones semirremolques provistos de habitáculos cerrados de fibra o lona para minimizar sospechas y evitar ser detectados por los agentes. Después, en vez de ser transportada al lugar reseñado inicialmente por la mercantil, el transporte era desviado a las ubicaciones que previamente habían sido alquiladas por la organización criminal en el sur de España, siendo por tanto falso lo registrado en la carta de porte nacional emitido por la empresa de transportes.

El pasado mes de junio, tras haber obtenido todas las pruebas necesarias y realizar las gestiones de localización de los presuntos autores, se procedió a la detención de tres personas. Una de ellas fue arrestada en Barcelona y dos, en Gandía. A los detenidos se les imputó la comisión de los delitos de contrabando, falsedad documental, y pertenencia y/o integración en organización criminal con conexiones al narcotráfico.

De igual forma, se identificó a las personas presuntas autoras residentes en países del extranjero como miembros de la organización criminal, quienes habían participado activamente en la estructura financiera y logística de la organización y liderazgo.

La organización criminal estaba formada mayoritariamente por ciudadanos de origen marroquí, español, danés y portugués. Todos se nutrían de diversas sociedades instrumentales para ocultar la actividad real a la que se dedicaban.