Los del PP han ganado presencia con Feijoo; en el PSdeG, han cedido terreno
08 sep 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Juan Andrés Bayón, el último de los diputados gallegos llegados al Congreso, ve pasar en cada pleno camino de la cafetería y del baño a Santiago Abascal, Aitor Esteban o Gabriel Rufián. Comparte pasillo con ellos, pero su fila es la octava, la última, el gallinero del Congreso, donde recalan la mayoría de los novatos, los más alejados del poder. «Ahora estoy más centrado respecto al estrado que cuando llegué en junio», celebra este parlamentario del PP. «Antes estaba junto al técnico de sonido en el balconcillo», añade, en referencia a las bancadas situadas sobre las dos puertas de la cámara, desde donde se ve muy cerca a quienes intervienen, pero apenas se les ve. «Para que me toque hablar en un pleno aún voy a tener que esperar un tiempo», desliza el sustituto de Ana Pastor, ajedrecista de nivel que aprovecha los ratos muertos para bucear en la biblioteca del Congreso.
No es el único gallego en el poleiro tras un año de legislatura, aunque sí el más alejado del epicentro que para los diputados del PP marca Alberto Núñez Feijoo en el extremo derecho de la primera fila tras los ministeriales bancos azules. El desembarco del expresidente de la Xunta en Madrid ha nutrido de gallegos las mejores posiciones. En su misma fila se sitúa el ferrolano Miguel Tellado, portavoz parlamentario de los populares; el coruñés Álvaro Pérez, coordinador del grupo popular; y, a su lado, el lucense Jaime Olano. Cuatro gallegos en los siete puestos que el PP tiene en la fila inicial. Detrás, se sitúan cargos del partido y, ya en la tercera fila, cuatro de los perfiles que han acompañado a Feijoo desde el comienzo en Galicia: Mar Sánchez y Marta Varela, asistentes permanentes del presidente popular; su exportavoz Pedro Puy y el exconselleiro Francisco Conde. La ourensana Ana Belén Vázquez tiene asiento en cuarta fila, y dos gallegas más encajan centradas en los siguientes escalones.
«Los cambios de ubicación son continuos a medida que se adquieren nuevas responsabilidades. Lo del sitio lo veo como algo anecdótico, lo importante es ser uno de los 350 diputados que representamos aquí a todos los españoles», tercia el ourensano Celso Delgado, con nueve legislaturas vividas y ahora con asiento en el balconcillo de la derecha, al igual que la exconselleira de Pesca, Rosa Quintana. «Esto es más pequeño de lo que se percibe en televisión. Desde el estrado se ve a todos, si están con la mirada en el móvil, si bostezan o no atienden», advierte Delgado tras haber pasado por el atril en multitud de ocasiones.
Y mientras los populares gallegos han ganado posiciones estratégicas con Feijoo, los diputados del PSdeG han quedado alejados en esta legislatura de su secretario general. La imagen del pontevedrés Guillermo Meijón a tiro de cámara cuando enfocaban a Pedro Sánchez en la pasada legislatura, o incluso en el arranque de esta con José Ramón Gómez Besteiro, José Miñones o David Regades, bien situados hasta que dejaron el Congreso, no tiene réplica hoy. La ourensana Margarita Martín, en el balconcillo de la izquierda, y Modesto Pose y la alcaldesa de Silleda Paula Fernández, en el gallinero, son muestras de ese alejamiento físico del poder. «Me gusta mi sitio, no tiene nada de malo. Imagino que la antigüedad tiene mucho que ver en el reparto», estima la regidora, que atestigua que no por estar lejos del estrado deja de intervenir. «Asistí como senadora el día que tomó posesión como rey Felipe VI, no se me olvida», dice rememorando su momento más inolvidable en las Cortes. La coruñesa Obdulia Taboadela es la mejor situada de los socialistas gallegos. Está en tercera fila.
Sumar reparte con tiento y equilibrio sus posiciones. Representación visual de cada partido que lo componen y acento territorial llevan al coruñés Manuel Lago a la fila dos. «Pensé que los exconselleiros del PPdeG y altos cargos iban a estar mejor colocados, y veo a los diputados del PSdeG muy alejados», dice mientras reclama atención para la proyección de su compañera pontevedresa Verónica Martínez, cuatro filas tras Yolanda Díaz, la única gallega con sillón azul. También en la cuarta fila, entre Podemos y ERC, se ubica el nacionalista Néstor Rego, mejor situado que en la anterior legislatura, en parte gracias a haber recalado Ábalos en el grupo mixto, con quien prefirió no coincidir.