Edmundo González Urrutia en el Foro La Toja: «Soy el presidente electo reconocido por millones de venezolanos»

Domingos Sampedro
domingos sampedro A TOXA / LA VOZ

GALICIA

EUROPA PRESS

Desde Galicia, el líder opositor se proclama como el ganador de las elecciones en su primera comparecencia pública y no renuncia a tomar posesión como presidente de su país el próximo 10 de enero

04 oct 2024 . Actualizado a las 19:11 h.

Se presentó como un exiliado político, aunque con vocación de serlo solo de forma temporal, y como la voz autorizada para hablar en nombre de los millones de venezolanos. Edmundo González Urrutia aprovechó este viernes su presencia en el Foro La Toja-Vínculo Atlántico para romper el silencio que mantuvo en público desde su llegada a España y para proclamarse como el «presidente electo» de Venezuela, reconocido como tal «por millones de venezolanos, por ocho millones para ser exactos, y por buena parte de la comunidad internacional» y que no renuncia a tomar posesión como presidente del país en la fecha prevista del 10 de enero.

Es la primera vez que el candidato opositor de Venezuela se reconoce a sí mismo como ganador de las elecciones del pasado 28 de julio, algo que también hizo el Parlamento Europeo, una treintena de países que firmaron una declaración conjunta en Nueva York, así como, en nombre de toda la Unión Europea, el alto representante de Acción Exterior y Política de Seguridad, Josep Borrell. En esa faceta de «presidente electo» en la que González Urrutia se reconoce, dijo que su tarea es a la vez compleja y exigente, y consiste en defender la legalidad de las actas originales de las elecciones mostradas «de forma transparente», dijo, por el Centro Carter.

En consonancia con ello, también pidió del Gobierno de España «que haga valer la soberanía popular» en Venezuela, ejerciendo la presión combinada con el resto de la comunidad internacional. «Pido no pasar por alto el vínculo esencial que existe entre la democracia y la prosperidad» para que Venezuela tenga la ocasión de recuperar las oportunidades perdidas, pueda reactivar su economía y volver a ser un destino seguro y rentable para los inversores.

El anhelo que tienen los venezolanos, en palabras de Edmundo González, consiste en que «queremos dejar atrás el personalismo y la improvisación, la intolerancia y la persecución de otros venezolanos», de la que responsabilizó al régimen de Nicolás Maduro.

González Urrutia empezó por reconocer en su intervención que se vio obligado a abandonar Venezuela por «presiones inenarrables» que afectaban también a miembros de su familia, por lo que le toca ser uno más de la «diáspora», como esa cuarta de ciudadanos venezolanos que viven fuera del país. También agradeció la acogida que le brinda España, donde esta semana solicitó asilo político, según reconoció el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, para poder expresarse sin ataduras, y no como producto «del miedo, del chantaje y la intimidación» que aseguró impera bajo el régimen de Maduro.

También denunció la existencia de un «cepo informativo» que cada vez se cierne más sobre los venezolanos, que permanecen «a la sombra de cualquier cobertura imparcial», y que genera un dilema de elección entre la democracia y la justicia, de un lado, y «el autoritarismo y el atropello», del otro. Con todo, y pese a esta quiebra, González recalcó que «no hay dos Venezuelas, sino una sola, la democrática, avalada por millones de votos» y que, en su opinión, demostraron lo arraigada que está la cultura democrática en el alma de los venezolanos.

Por tanto, lo que desea la mayoría —agregó— es dejar las pugnas permanentes y «cargadas de injuriosa retórica» para recupera el valor de las instituciones, del diálogo y la convivencia para la rápida reconstrucción de la imagen del país. De lo que se trata, abundó el líder opositor, es de superar el «ambiente envenenado» y la inseguridad jurídica para que vuelve a funcionar la economía del país y se genere riqueza.

Desde la isla de A Toxa citó en su intervención a Camilo José Cela, que ambientó en Venezuela su obra La catira, y en un breve encuentro con los periodistas reiteró su voluntad de regresar «lo más pronto posible» a Venezuela para restaurar la democracia. «El 10 de enero es fecha prevista y aspiro que la voluntad popular de 8 millones [de venezolanos] se concrete ese día», concluyó.