Un vídeo proyectado en tres pantallas convirtió en un lienzo gigante la figura de Santiago Rey Fernández-Latorre, al que se le rindió homenaje en la entrega del premio Fernández Latorre a Juan Carlos Escotet. No podía ser de otra manera. El presidente de la Corporación Voz, Lois Blanco, desveló el secreto de que había sido el editor durante décadas de La Voz de Galicia quien había sugerido al jurado que el presidente de Abanca podría ser el galardonado de este año. Y así fue. El jurado ratificó la propuesta. Lois Blanco nos encogió el corazón a todos los presentes con su recuerdo más cercano del presidente de La Voz de Galicia, Santiago Rey Fernández-Latorre. Para, tras el duelo y la congoja, lanzar el mensaje claro de que los más de 600 empleados directos y 300 indirectos de las empresas de la Corporación serán los encargados de que perdure el legado de su figura y su forma de hacer periodismo como conciencia crítica del poder, de todo tipo de poder.
Juan Carlos Escotet dio una lección magistral a la altura del considerado premio Nobel gallego sobre lo que nos espera en Europa como no enfrentemos el reto del futuro ante los gigantes de Estados Unidos y China. Cerró el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, quien consideró a La Voz y a Abanca como dos familias necesarias en Galicia por el espíritu innovador de ambas.
El velo de tristeza por la ausencia de Santiago Rey Fernández-Latorre se levantó con esa apuesta verbalizada por el presidente de La Voz y del patronato, Lois Blanco, para llevar a cabo su voluntad de seguir alentando que Galicia se informe con La Voz, antes, ahora y mañana.