El PP rebota al Bloque las sombras de corrupción en la comisión de contratos
GALICIA
Enumera la adjudicación de contratos menores a los dos últimos citados, ambos del BNG, por montantes de 3,6 y 1,1 millones de euros, respectivamente
11 dic 2024 . Actualizado a las 20:09 h.En apenas tres semanas, el Parlamento gallego ha ventilado la comisión de investigación impulsada por el BNG para analizar los «quince anos de chanchullos» del PP al frente de la Xunta. Apretado el gatillo, este mecanismo ya no podrá volver a activarse en lo que queda de legislatura. Los populares aprovecharon su mayoría absoluta para dirigir la bala nacionalista desde la constitución de la comisión, y este miércoles lograron darle ya carpetazo con la citación de dos personas vinculadas al BNG. Esos dos últimos comparecientes, con cargos durante el bipartito, reconocieron que no sabían por qué habían sido llamados a declarar. El PP sí lo tenía claro.
«Son os que promoven esta comisión quen de cumprir cos criterios de calidade democrática que lle impoñen aos demais? Seguimos esperando pola resposta da señora Pontón», reiteró a lo largo de la tarde el diputado Roberto Rodríguez, ariete del PP en estas tres semanas de comisión. Los populares recogieron por fin el guante lanzado por el presidente Alfonso Rueda a la líder del Bloque en una sesión de control donde el dirigente le cuestionó si había en su entorno personas que se habían beneficiado de su posición para hacerse con contratos menores de la administración.
Lo hizo usando a una de las personas más próximas a Pontón. Rubén Cela, miembro de la ejecutiva del BNG hasta la asamblea nacional del pasado 1 de diciembre, fue citado como director xeral de Xuventude durante el bipartito. «Téñolles que recoñecer certa sorpresa inicial por ser comparecente desta comisión», empezó Cela, a quien Rodríguez condensó su visión sobre por qué se creó este organismo, «que xa morreu hai dúas semanas» tras considerarse probado que no hubo sobrecoste en el hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo, ilegalidad en la contratación durante la pandemia y «sen rastro de Koldos nin Aldamas» o indicios de «chanchullos», expuso.
Interpretó que la portavoz nacional del BNG tomó la decisión de impulsarla para «apuntalar o seu liderado» antes del cónclave nacionalista, donde Cela salió de la ejecutiva como «primeira vítima desta comisión». Los diputados nacionalistas, y el que fuera director de campaña del Bloque en las elecciones autonómicas, se rieron y negaban con la cabeza, mientras Rodríguez continuaba su alegato: «Por iso ven de ser apartado da cúpula, para cortar un lume que cada vez se achega máis á señora Pontón».
Contratos por 3,6 millones
El diputado del PP, como hizo después con Alberto Souto, secretario xeral de Medio Rural en el bipartito, citó los 78 contratos por valor de 1,1 millones de euros a Carrumeiro Media, empresa a la que estaban vinculados Souto y otros cargos del BNG, en otoño del 2006. Apuntó también a la sociedad Atlantic Ponte, señalando a Cela como director de proyectos y consultoría, que se benefició de 49 adjudicaciones por valor de 3,6 millones de euros, muchos de ellos, enumeró, por alcaldías del Bloque. Rodríguez incluso acuño a esta presunta «trama de corrupción» como «holding nacionalista Pontón e cía».
Cela rechazó responderle. «Non vale todo, a política debería ser outra cousa», le recetó, mostrando su «respecto» por el Parlamento y la comisión. «Teño un doutoramento no Cunqueiro», bromeó, advirtiendo que la decisión de apostar por el modelo público-privado para su construcción responde a la ideología neoliberal de los populares, y condenó el abuso que ejercen desde el Gobierno gallego con la contratación menor. Para despedirse dejó un consejo que le había dado su madre: «Antes que ser bo político, hai que ser boa persoa».
Rodríguez tuvo también tiempo para el PSdeG, al que acusó de ejercer de «palmeiros» del BNG para tapar la corrupción que asola al Gobierno central. La socialista Patricia Iglesias denunció que el PP «sobrepasou tódalas liñas vermellas» en la comisión, durante la que se centró en «construír relatos» para evitar «a verdade». «Podemos normalizar que se adxudicaran 1.311 facturas en contratos menores por case 5 millóns de euros a empresas con vínculos a familiares de Feijoo?», cuestionó.
La comisión será la primera que se cierre en el Parlamento gallego desde el 2008
«Non podemos dar por pechado este plan de traballo», rechazó ayer el diputado nacionalista Óscar Insua tras finalizar la ronda de comparecientes. A pesar de ello, la comisión encara ya su recta final y, en cuestión de semanas, se le dará carpetazo con la elaboración y aprobación del dictamen, tal y como se acordó este miércoles con los votos del PP. Será la primera comisión de investigación que se cierre en el Parlamento desde el 2008.
El actual período de sesiones también se consume en la Cámara gallega, donde la próxima semana tendrá lugar el último pleno del año. Vendrá precedido, el martes, por uno extraordinario para el debate, votación y aprobación de los Orzamentos de la Xunta para el 2025, que entrarán en vigor el día 1 de enero. Las cuentas saldrán adelante sin incluir las enmiendas planteadas por BNG y PSdeG a los Presupostos y a la ley de acompañamiento. Esta última sí incorpora aportaciones del PP para la creación de la tasa turística voluntaria para los ayuntamientos y cambios introducidos en el sector eólico.
El líder socialista, José Ramón Gómez Besteiro, no participará en la sesión de control al presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, tras la «alianza entre dous partidos políticos». Así criticó ayer la viceportavoz Elena Espinosa el acuerdo adoptado al inicio de la legislatura por la Mesa del Parlamento (con mayoría del PP y una representante del BNG) para que el diputado del grupo mixto ocupe el turno de Besteiro en una ocasión durante el actual período de sesiones.