El primer debate de política general termina con 53 propuestas aprobadas de todos los grupos, pero deja fuera las del BNG

Xosé Vázquez Gago
X. Gago SANTIAGO

GALICIA

SANDRA ALONSO

Altri centró el choque entre los portavoces del Bloque y del PPdeG. Los socialistas se centran en el área social

25 abr 2025 . Actualizado a las 19:52 h.

El primer debate de política general del la XII legislatura ha terminado con 53 proposiciones aprobadas, siete de ellas por unanimidad. La mayoría, 40, una de ellas modificada, las presentó el PPdeG. Una fue del PSdeG y resto del grupo mixto. Ninguna de las 40 presentadas por el BNG se aprobó, aunque los nacionalistas sí votaron a favor en 8 propuestas de los populares, y se abstuvieron en 13.

La cifra de resoluciones ratificadas supera la de otros debates, pero el tono fue duro, sobre todo entre populares y nacionalistas. «Este país ten todo para gañar, o seu único problema son vostedes», dijo la viceportavoz nacionalista, Olalla Rodil, al PPdeG. «Ninguén propuxo máis que o PP e ninguén rexeitou máis que o BNG. Vostedes son os do non» replicó su homóloga en las filas populares, Paula Prado.

El intercambio de la popular con el PSdeG fue poco más amable. «Non teñen unha aposta polos galegos, non a atoparía nin Paco Lobatón» dijo Elena Espinosa. Prado les llamó el «Partido Socialseguidista [del BNG] de Galicia», y afirmó que si los nacionalistas son «os do non», los socialistas son «os do tampouco».

Pese a las discrepancias, el PPdeG y el PSdeG llegaron a dos acuerdos. Uno para aprobar una iniciativa del PSOE que plantea redefinir el programa educativo E-dixgal, con el que se imparten algunas materias por medios digitales y que lleva 11 años funcionando. El otro facilitó apoyo socialista a una iniciativa del PP para reforzar la salud mental mediante un plan autonómico.

De las resoluciones aprobadas por unanimidad, dos las presentó el grupo mixto y cinco el PPdeG. Las primeras plantean reforzar la seguridad vial en los entornos escolares y crear un plan de ayudas para A Baixa Limia.

Las de los populares incluyen pedir al Gobierno que el Centro Nacional de Ciberseguridad se ubique en Galicia, que ceda a la Xunta los inmuebles de la Sareb y que declare cuanto antes el Xacobeo 2027 evento de excepcional interés. Las dos restantes instan a la Xunta a fomentar el consumo de pescado a través del llamado bono-peixe y ampliar el calendario de vacunación.

El debate se inició el miércoles, pero su última fase, la de deliberación y votación de las propuestas de esta mañana, venía precedida de un atípico jueves de negociaciones. Poco antes de las ocho de la tarde, cuando aún quedaban más de dos horas y media para negociar, el BNG lanzó un comunicado en el que criticaba la «falta de vontade negociadora del PPdeG» y le acusaba de «aplicar o seu rodete absolutista».

Olalla Rodil, viceportavoz del BNG.
Olalla Rodil, viceportavoz del BNG. SANDRA ALONSO

Los populares consideraron ese movimiento un gesto una falta de cortesía parlamentaria al entender que se seguía negociando. Ambos grupos llegaron a dialogar sobre más de 20 propuestas. Pero no se alcanzó acuerdo alguno. En ese ambiente se llegó a la mesa del Parlamento de la mañana, en la que se debían formalizar las propuestas acordadas. Según reveló Prado en la Cámara, la reunión fue conflictiva porque el Bloque trató de «bloquear os acordos» del PP con los demás grupos. Alegaron que no eran transacciones y que debían ser invalidados. Sin embargo, señalaron fuentes populares, ese mecanismo se ha empleado siempre en el Parlamento, también por el BNG, que según dijeron intentó llegar durante el pleno a un pacto sobre la AP-9 por esa misma vía.

Los nacionalistas culparon de lo ocurrido al PP y a su costumbre de pasar el «rodete absolutista». Para el PPdeG, el Bloque intentó librarse del sambenito de «os do non», que se reforzaría al quedarse solos.

Así se llegó al pleno. El principal eje de colisión entre Prado y Rodil fue el proyecto de la planta de fibras textiles a base de celulosa de Altri en Palas de Rei. La viceportavoz del Bloque, que venía de acusar a Alfonso Rueda de «tapar con quilos de propaganda que goberna conta os intereses dos galegos», le reprochó querer «impoñernos esa bomba ambiental para seguir eucaliptizando Galicia e promovendo o franquismo industrial da celulosa (...) O principa problema que ten a industria en Galicia é o PP».

Prado acusó a los nacionalistas de inventar bulos para justificar su rechazo a una planta que apoyaban hasta que perdieron las elecciones autonómicas del 2024. Mostró un abultado paquete de páginas de prensa anteriores al 2023 en las que se decía que la planta produciría celulosa, pese a lo cual el BNG votó a favor de ella. También recordó que las formaciones nacionalistas se opusieron a otras industrias como Alcoa porque iba a emitir flúor que pasaría al ganado y provocaría «enfermidades mentais» a las personas por beber leche o comer carne.

Paula Prado mostró una foto original y una manipulada de una planta de Altri.
Paula Prado mostró una foto original y una manipulada de una planta de Altri. SANDRA ALONSO

Prado también acusó a la plataforma Ulloa Viva de «manipulación» por usar imágenes modificadas de las plantas de Altri en Portugal, que mostró ante los diputados. Además recordó que el primer ministro socialista de ese país, Antonio Costa, apoyó las inversiones de la empresa lusa. Criticó por último que los «ecoinfluencers» tengan para el BNG más valor que los informes de los técnicos autonómicos.

Rodil insistió en que Rueda había actuado como «o mellor comercial de Altri» y de la «megaminería que quere abrir en canal o país». Y acusó a los populares de no respetar el pluralismo y pretender una «Galiza tan pequena na que solo caben vostedes».

Elena Espinosa, diputada del PSdeG.
Elena Espinosa, diputada del PSdeG. SANDRA ALONSO

La socialista Elena Espinosa evitó entrar en la refriega por la planta. Sus criticas a la Xunta se centraron en asuntos sociales, como el problema de la vivienda en el que les reprochó «16 anos perdidos que nunca imos recuperar», y también les acusó de falta de transparencia en las listas de espera. Frente al choque frontal del Bloque con el PPdeG, Espinosa insistió en que su partido quiere hacer «oposición construtiva» y lamentó que es difícil hacerlo cuando «ao outro lado solo atopamos un muro de cemento armado».