Los isleños que casi no notaron el apagón: «Foi un día normal»

Marcos Gago Otero
Marcos Gago PONTEVEDRA / LA VOZ

GALICIA

ADRIÁN BAÚLDE

Las casas y locales de Ons han de usar generadores porque el Parque Nacional solo suministra electricidad unas horas al día

04 may 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Los vecinos de Ons están acostumbrados a los apagones. El Parque Nacional solo suministra electricidad varias horas, por la mañana y la tarde noche a locales y viviendas desde unos generadores ubicados en la isla. Por ello, los que viven allí todo el año y los establecimientos hosteleros tienen generadores particulares que activan cuando llega la hora del corte de luz. El lunes, la veintena de personas que había en la isla, entre vecinos, trabajadores y personal de Illas Atlánticas, tuvieron luz mientras el resto de España estaba a oscuras.

En Casa Checho, uno de los restaurantes de la isla, Lola Vidal explica que apenas se dio cuenta de que había pasado algo raro. «Foi un día estupendo, na illa non tivemos apagón, o único que notamos é que os que viñeron comer non podían pagar coa tarxeta porque non ía, e tampouco tiñamos teléfono para falar cos fillos». Por lo demás, total tranquilidad. No hubo problemas con los electrodomésticos, ni con los congeladores. Y Lola tenía todo lo necesario porque ya lo había traído en Semana Santa.

El lunes, su hijo José Goberna, Pepiño o de Checho, estaba en Bueu porque «tiña que ingresar uns cartos no caixeiro». Cuando se fue la luz no pudo hacerlo y no logró hablar por teléfono con la isla «ata as seis da tarde» para explicarle a su madre lo que había pasado. José, acostumbrado a usar el generador para abastecer su casa, se lo tomó con calma. «Díxenlle a moita xente que non se preocupase, que isto pasa todos os días na illa de Ons e non pasa nada». Incluso bromeaba con que sin farolas, por primera vez, se podían ver perfectamente las estrellas en el cielo nocturno.

Con sus medios

Isa Juncal, otra vecina de Ons explica que se enteró a mediodía: «Fun tomar algo a casa de Palmira e non ía o TPV, e despois cheguei á casa e xa puxen a radio a ver que pasaba». Para ella, como dice, «dentro do que temos foi un día normal» porque cuando el Parque corta el suministro, usa su generador. «E se non te apetece ir prendelo, na casa temos luces de batería para ir o baño ou tomar un vaso de auga».

Palmira Acuña, del restaurante Acuña, estaba en su local en la isla. «Non se nos foi a luz, porque é nosa, de xerador». Cuenta que se enteró de que España y Portugal se habían quedado sin electricidad «polos móbiles que mandaron a mensaxe de que había apagón». Así, la vida no le cambió nada el 28 de abril «salvo nos móbiles, que non saían».

Los vecinos de Ons pudieron ver la televisión, mientras millones de españoles tenían que recurrir a la radio para poder estar al tanto de qué ocurría. «A televisión foi a única maneira de que nos decatásemos», añade Palmira, «porque eu non teño radio». No pudo comunicarse con su familia en Bueu hasta el día siguiente, «ás sete e media da mañá». Pero recuerda que «antes era peor; non había móbil nin nada e tardabas unha semana en comunicarte cos da familia ou con quen fora».

La luz eléctrica empezó a funcionar con los primeros generadores en 1959, según recuerda Manuel Fontán en el último número de la revista Aunios. Hace décadas que los vecinos reclaman tener electricidad las 24 horas, pero mientras recurren a sus generadores. Aunque el modelo no les guste, porque como dice Palmira «aquí estamos tercermundistas».